Tras ser acusado de usar el programa de espionaje israelí Pegasus, el Gobierno de Marruecos decidió presentar este jueves ante un tribunal de París una denuncia por difamación contra la ONG de derechos humanos Amnistía Internacional y la organización periodística sin fines de lucro Forbidden Stories, con sede en Francia, reporta franceinfo.
El abogado que representa los intereses de Rabat, Olivier Baratelli, declaró que el Gobierno marroquí quiere que «se arroje toda la luz sobre las falsas acusaciones de estas dos organizaciones, que aportan datos sin la más mínima prueba concreta y demostrada».
Las dos entidades destaparon un escándalo global de espionaje al revelar, tras una investigación conjunta con 17 medios de comunicación, que el ‘software’ Pegasus, vendido por la empresa de vigilancia israelí NSO Group a los gobiernos para que rastreen a terroristas y grandes criminales, ha sido utilizado para ‘hackear’ los teléfonos de periodistas, activistas, ejecutivos de negocios y políticos en todo el mundo.
Amnistía Internacional y Forbidden Stories lograron obtener una lista con más de 50.000 números de teléfono de ‘personas de interés’ para los clientes de NSO Group, y se descubrió que entre los usuarios de Pegasus había gobiernos de 10 países, entre ellos Marruecos.
En la lista figuraba incluso uno de los números de móvil del presidente francés Emmanuel Macron, utilizado desde al menos 2017 y, según la investigación periodística, seleccionado por el servicio de seguridad de Marruecos para su potencial ‘hackeo’ mediante Pegasus.
Marruecos rechazó todas las acusaciones en su contra, mientras que NSO hizo lo mismo y negó que Macron haya figurado en la lista de objetivos para sus clientes.
Desde la Embajada marroquí declararon, en un comentario para Forbidden Stories, que esperan por «pruebas materiales» de «cualquier relación entre Marruecos y la mencionada empresa israelí».