El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, celebró este miércoles desde Buenos Aires la carta del líder de ERC, Oriol Junqueras, renunciando a la vía unilateral para lograr la independencia de Cataluña, y pidió “comprensión y magnanimidad” de la sociedad ante los posibles indultos que se concedan a los políticos catalanes condenados por el ‘procès’.
En rueda de prensa junto al presidente de Argentina, Alberto Fernández, Sánchez se expresó por primera vez sobre la carta de Junqueras y trasladó que «a juicio del Gobierno, cualquier paso a favor de la distensión es bienvenido».
Reiteró su apuesta por el «reencuentro» con Cataluña y mostró su «comprensión» con «aquellas personas que sientan reparos sobre la posibilidad de dar indultos». «Pero les pido que tengan confianza, porque tenemos que hacer una apuesta por la convivencia y la reparación de los errores que se cometieron en 2017».
«Cualquier paso en esa distensión es bienvenido y pido compresión y magnanimidad al conjunto de la sociedad catalana y española, porque el desafío que tenemos por delante no es sino sembrar convivencia y superar la crisis. Y pese a los reparos, pido comprensión y magnanimidad porque el objetivo merece la pena», remarcó.
El presidente ahondó en el mensaje que ya lanzó el martes el Ejecutivo a través de la portavoz, María Jesús Montero, y dejó más clara la posibilidad de que se concedan las medidas de gracia. «Comprendo que pueda haber compatriotas que sientan reparos respecto a la posibilidad de dar indultos a los presos catalanes, pero les pido que tengan confianza, porque tenemos que hacer una apuesta por la convivencia, tenemos que hacer una apuesta por la reparación de esos errores que se cometieron el año 2017».
A su juicio, «la sociedad española tiene que transitar de un mal pasado a un futuro mejor y eso implica también magnanimidad. Nosotros, desde luego, vamos a construir con nuestras decisiones convivencia, porque gracias a la convivencia vamos a permitir que la sociedad catalana vuelva a reencontrarse consigo misma, que quedó fracturada como consecuencia de los hechos que ocurrieron desgraciadamente en el año 2017 y que yo he heredado de la anterior administración», reiteró el jefe del Ejecutivo.
JUNQUERAS EN LA MESA
El presidente enfatizó «la voluntad que tiene el Gobierno de España de abrir un nuevo periodo en Cataluña, un nuevo periodo que tiene que estar fundamentado en el diálogo, la negociación y el acuerdo», pero, precisó, «siempre respetando los márgenes que nos otorga nuestra Constitución, nuestra legalidad democrática, nuestra seguridad jurídica».
Además, preguntado por la posibilidad de que Junqueras forme parte de la mesa de diálogo entre el Ejecutivo y la Generalitat de Cataluña, Sánchez recordó que se trata de una «mesa entre gobiernos» y que no es bueno «empezar así» ni «vetar a nadie», por lo que llamó a «trascender» de estos debates que, a su juicio, importan más a los medios de comunicación.
El presidente marcó el calendario de hechos porque, «evidentemente», el «primer hito» va a ser, «como mandan los cánones», recibir al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, en el Palacio de la Moncloa -lo que sucederá después del 17 de junio- y, «posteriormente, veremos cuándo se tiene que celebrar esa esa mesa de diálogo».
CRISIS DE GOBIERNO
Por otra parte, y preguntado por primera vez por posibles cambios en el Ejecutivo, Sánchez se limitó a decir sobre la «supuesta remodelación del Gobierno» que él y todo el Ejecutivo está «concentrado en dos objetivos fundamentales»: la vacunación y la recuperación económica.
«Quedan 70 días para que podamos lograr en España la inmunidad de grupo», informó Sánchez en su particular cuenta atrás que lleva desde que se fijara el objetivo de lograr en cien días que el 70% de la ciudadanía estuviera vacunada.
«Nuestras prioridades son claras: una es la vacunación y la otra es la recuperación económica y, lo demás pues qué quiere que le diga, no es prioritario», zanjó el presidente.
