Sánchez se refirió a esta cuestión en una rueda de prensa que dio en Alcalá de Henares (Madrid) junto al primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, en el marco de la XIII Cumbre Hispano-Polaca.
Durante esta comparecencia, el presidente fue preguntado porque el hecho de que haya dirigentes socialistas que hayan alertado del coste que para el partido puede tener la concesión de indultos en el ‘procés’ sin que los condenados se hayan arrepentido.
“Ayudar a resolver problemas no representa un coste”, dijo el jefe del Ejecutivo, quien añadió que “el coste para el país sería dejar las cosas tal y como están enquistadas en el año 2017 (por el año del 1-O) y creo que eso no se lo merece ni Cataluña ni el conjunto del país”.
“MAL PASADO”
Sánchez defendió que es necesario abrir respecto a Cataluña una “nueva etapa” que deje atrás un “mal pasado”, por lo que indicó que el Consejo de Ministros decidirá “en conciencia” cuando el Ministerio de Justicia le eleve el informe sobre la petición del derecho de gracia para los 11 condenados del ‘procés’.
Indicó que se decidirá sobre estas solicitudes pensando en los millones de catalanes y de españoles que quieren “vivir en paz” después del desencuentro causado por el proceso independentista. Sobre cuándo podría estudiar el Gobierno los indultos, no aportó una fecha y dijo que “lo importante” es dejar trabajar a Justicia, puesto que los expedientes tienen “que armarse bien”.
En cuanto a la ‘mesa de diálogo’ entre el Gobierno central y el de la Generalitat, indicó que “lo urgente” es que sea recibido en La Moncloa el nuevo presidente catalán, Pere Aragonès, a partir de lo cual ya habrá “muchas veces” para volver a reunirse y dialogar. En cuanto a la reforma del delito de sedición, reiteró su “voluntad” de modificarlo, aunque tampoco precisó cuándo se planteará la modificación concreta.