El Gobierno israelí anunció este jueves un despliegue «masivo» de fuerzas de seguridad en ciudades de mayoría o gran población palestino-israelí en medio de los peores enfrentamientos entre sus ciudadanos judíos y musulmanes en más de dos décadas, que suman un segundo frente a los ataques en Israel y Hamas, desde y contra Gaza.
Al visitar la ciudad central de Lod, en la periferia sur de Tel Aviv y una de las más afectadas, el primer ministro israelí, Benjamin Netnyahu, advirtió este jueves que podría adoptar severas medidas para contener la violencia, incluyendo una muy polémica y llamada detención administrativa, que se aplica mayormente a los palestinos.
Desde hace cuatro días, palestinos de nacionalidad israelí e israelíes judíos recorren las calles de esas ciudades «mixtas» desbocados, atacándose entre sí e incendiado propiedades y autos, en un espasmo de violencia que constituye una seria amenaza existencial para la paz interna de Israel, ya que el 20% de sus ciudadanos son palestinos.
La situación es tanto más peligrosa en cuanto coincide con la ofensiva aérea lanzada el lunes por Israel contra los territorios palestinos de la Franja de Gaza y los cientos de ataques con cohetes disparados desde allí hacia Israel por los grupos islamistas Hamas y Yihad Islámica, resultados, a su vez, de una ola de enfrentamientos en Jerusalén.
Mientras que la violencia estuvo mayormente confinada a Gaza en las tres ofensivas previas que Israel lanzó contra Hamas en Gaza desde 2007, esta vez -que como la última Intifada, o levantamiento popular palestino, del año 2000, comenzó en Jerusalén- está repercutiendo mucho más allá de la región palestina.
«No tenemos mayor amenaza ahora mismo (…) y no tenemos otra opción que restablecer la ley y el orden a través de determinado uso de la fuerza», dijo, citado por el diario Times of Israel.
El premier dijo que podría apelar a las detenciones administrativas, una práctica que consiste en detener sin cargos a una persona hasta por seis meses y que se remonta a la época en que el territorio del actual Israel y los Territorios Palestinos eran controlado por el Imperio Británico, entre 1920 y 1948.
Este miércoles por la noche, en una señal de la gravedad de la situación, Netanyahu calificó la violencia en las ciudades israelíes de «anarquía» y de «intolerable» y dijo que estaba preparado para combatirla con «puño de hierro» si fuera necesario, incluyendo con un masivo e inédito despliegue militar.
Este jueves, el ministro de Defensa, Benny Gantz, anunció que oficiales de la reserva de la guardia fronteriza, que normalmente opera en Cisjordania, los territorios palestinos ocupados por Israel, serán desplegados en las ciudades del país en las que cohabitan palestinos israelíes e israelíes.
«Estamos en una situación de emergencia (…) y ahora es necesario reforzar masivamente las fuerzas sobre el terreno», dijo Gantz en un comunicado.
Una sucesión de agresiones
Las advertencias de Netanyahu, sin embargo, no detuvieron los enfrentamientos.Grupos palestinos-isrealíes e israelíes libraron e miércoles, por tercera noche consecutiva, pequeñas batallas entre sí y contra la policía en la ciudad central de Lod, una de las más afectadas, pese a un estado de emergencia y un toque de queda nocturno.
Esta jueves, un hombre judío fue apuñalado en Lod, y su mujer dijo que fue atacado por un grupo de «árabes» que gritaba «Alá es el más grande».Además, la policía dijo que dos personas fueron baleadas en otro hecho en la misma ciudad. Y enJerusalén, un palestino-israelí fue apuñalado en un mercado.
En la noche del miércoles, palestinos israelíes hirieron de gravedad a un hombre judío al que golpearon en la norteña ciudad de Acre y judíos intentaron linchar a un palestino-israelí en Bat Yam, al sur de Tel Aviv.
Al menos 374 personas fueron detenidas y 36 policías heridos por la violencia intercomunitaria en Israel, informó anoche la policía.
En la noche del lunes para el martes, un palestino-israelí fue muerto a tiros en Lod, al parecer por extremistas judíos.
Los palestinos-isrealíes son aquellos palestinos que se quedaron en sus casas, y no se fueron al exilio, al fundarse Israel, en 1948. Desde hace años denuncian ser discriminados como «ciudadanos de segunda categoría».