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domingo, noviembre 24, 2024

El Banco de España avisa de un empeoramiento “generalizado” en la salud mental y las desigualdades por la crisis del Covid

Alerta de que un 80% sufre preocupación por “la incertidumbre sobre el futuro” y una cronificación del malestar puede alterar la capacidad para trabajar

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El Banco de España alerta de que los problemas de salud mental, como son la depresión, la ansiedad y el aislamiento, “han aumentado de forma generalizada para todos los grupos de población” por la pandemia de Covid-19, así como de un agravamiento de las desigualdades por efecto de la anómala situación provocada por el coronavirus y la incertidumbre sobre el trabajo y las rentas domésticas asociada a la crisis económica.

El diagnóstico lo formula en el Informe Anual del organismo correspondiente al año 2020 publicado este jueves, donde avisa de que la prolongación de ambas situaciones puede tener efectos perjudiciales sobre la economía si desalienta el consumo.

Por lo que se refiere a la salud mental, explica que muchos de los fenómenos ocurridos en 2020 como son las caídas de renta y de empleo, la pérdida de seres queridos, las dificultades en el acceso a cuidados o a asistencia sanitaria, o las restricciones a los contactos entre personas “suelen ir asociados a problemas como la depresión, el estrés y el aislamiento”.

Pero la alerta la formula porque “este empeoramiento se ha observado para todos los grupos de población, aunque la incidencia ha sido más elevada entre las mujeres y entre quienes sufrían enfermedades crónicas o psiquiátricas”, y, sobre todo, cuando la duración y la intensidad de las circunstancias adversas que lo provocan “pueden ocasionar que estos deterioros de la salud mental perduren en el tiempo”.

“Una mayor persistencia de estas circunstancias podría, a su vez, tener consecuencias duraderas sobre otras dimensiones, como la salud física, la mortalidad, la satisfacción o el bienestar emocional, la capacidad para trabajar o estudiar, o la renta de los individuos”, incide el organismo.

En su análisis detalla además que España, junto con Italia y Portugal son los países donde más se ha acusado este malestar entre las mujeres como revela el estudio ‘ShareCovid-19’ realizado a escala europea entre la población mayor de 50 años, donde el 47% de las mujeres españolas entrevistadas confiesa haber sentido ansiedad en el mes anterior a la encuesta, un 40% habló de depresión y el 30% de soledad.

Los porcentajes se reducen a “casi a la mitad entre los hombres” y “se ha observado un patrón creciente con la edad en la incidencia de estos tres problemas mentales, especialmente para la soledad”, advierte el Banco de España, puntualizando que “el 80% de los individuos cuyo bienestar emocional disminuyó durante la pandemia declararon como motivo principal “la incertidumbre sobre el futuro””.

En términos generales, señala que las limitaciones en las actividades básicas de la vida diaria, las dificultades de movilidad y la depresión son problemas de salud “más prevalentes entre las mujeres y entre las personas de menor nivel educativo” y la crisis ha agravado, sobre todo, el estado de salud de los de mayor edad y con patologías previas. En el mismo estudio europeo ‘Share-Covid-19’, alrededor del 17% de los hombres y mujeres mayores de 50 años con mala salud prepandemia declaran que su estado de salud ha empeorado durante la pandemia, siendo esta proporción del 3% para hombres y el 5% en mujeres que partían de una buena salud.

La misma incertidumbre es la causante, según el estudio, de que el número de nacimientos cayese un 20% en diciembre pasado y el 21,3% en enero del 2021, para limitar su desplome al 7,7% en febrero, en sintonía con otros países que están sufriendo caídas como Francia (-14%), Suecia (-6,4%) o Italia (–21,6%) en esos mismos meses de diciembre y enero pasados.

AUMENTO DE LA DESIGUALDAD

Otro impacto colateral del que advierte por la situación pandémica y económica es el aumento de la desigualdad, que “puede afectar al crecimiento económico a través de distintas vías”, además de “afectar a la cohesión social e incrementar la conflictividad social, reduciendo tanto la seguridad de determinadas inversiones como los incentivos al trabajo de determinados colectivos”. Aquí el informe avisa de que España presenta “un elevado nivel de desigualdad en renta per cápita, asociada a la alta tasa de paro” frente a otros países y se ha agravado con la crisis, aunque las elevadas pensiones y los círculos familiares están ayudando a mitigar el impacto en la renta total del hogar.

De forma específica puntualiza que la crisis sanitaria “ha afectado con mayor intensidad al empleo en aquellas ramas de actividad donde se concentran los trabajadores con menores salarios” y con contratos temporales, se ha concentrado entre los jóvenes -con un descenso del 20% en los de edades comprendidas entre 16 y 24 años- y en aquellos con un menor nivel de formación o de nacionalidad extranjera, además de en las mujeres.

“Si estas dinámicas del mercado laboral se mantuvieran por un período prolongado, podrían tener implicaciones adversas tanto para la evolución de la desigualdad en nuestro país como para la capacidad de crecimiento potencial de la economía, en la medida en que la empleabilidad futura de estos trabajadores más vulnerables podría verse afectada negativamente de forma persistente”, alerta.

Otros riesgos sobre los que avisa son la digitalización y muy ligado al tema laboral el riesgo de que se acelere el proceso de automatización de ciertas ocupaciones, provocando “la eliminación gradual de ciertos puestos de trabajo” que habrá que encarar con una “reasignación de trabajadores hacia otras tareas” y un cambio en el modelo educativo. “Si bien no es fácil medir ni el riesgo de automatización ni el riesgo de contagio en el trabajo, diferentes estudios señalan a España como uno de los países de la OCDE donde ambos riesgos afectarían a un porcentaje mayor de la población”, remarca.

AVISA SOBRE EL IMPACTO EN LA EDUCACIÓN

En materia de educación el Banco de España estima “necesario” analizar en qué medida puede haber afectado la pandemia a la formación y si ha sido posible impartirla de forma adecuada en los domicilios más modestos, ante la necesidad de utilizar dispositivos digitales por la imposibilidad de acudir a las aulas.

“Este cambio en el método de enseñanza durante el primer trimestre de 2020 puede haber tenido consecuencias negativas en los resultados académicos a corto plazo, sobre todo en los colectivos más desfavorecidos”, avisa, con el argumento de que “existe abundante literatura que muestra que la disminución de los días presenciales en la escuela, por cambios legislativos, duración de las vacaciones de verano, fenómenos meteorológicos o huelgas reduce los resultados académicos”.

Mientras que en España cree que en apariencia no se ha producido tal brecha gracias a los recursos instrumentados, apunta que, por ejemplo, en Estados Unidos, los alumnos de colegios con mayor cantidad de estudiantes con renta baja habrían acabado el año con caídas del rendimiento escolar del 50% en matemáticas y Bélgica también constató un empeoramiento de los resultados en primaria el pasado año.

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