Sánchez hizo esta consideración en el Pleno del Congreso, donde el líder de Vox, Santiago Abascal, le pidió que aclarase qué “líneas” consideraba que había sobrepasado su partido, en referencia a una afirmación que el presidente hizo durante la campaña de las elecciones madrileñas del pasado 4 de mayo.
En concreto, el jefe del Ejecutivo manifestó en la pasada campaña madrileña que Vox había cruzado “una línea y será la última”, algo que dijo después de que la cabeza de lista de Vox el 4-M, Rocío Monasterio, se enfrentara al exlíder de Podemos Pablo Iglesias en un debate en la Cadena Ser respecto al envío de cartas amenazantes con balas. El exvicepresidente abandonó este debate después de que Monasterio condenase las amenazas, pero dijese asegurase que del Gobierno no se creía “nada”.
A este respecto, Sánchez señaló este miércoles que entiende que Vox ha traspasado diversas “líneas” contenidas en el artículo 1 de la Constitución Española, donde se consagran principios como el pluralismo político, la igualdad y la libertad.
“TODAS LAS ALAMBRADAS”
Sostuvo que el partido de Abascal incumple estos principios cuando plantea cerrar aquellos medios de comunicación que les critican; cuando “ponen en cuestión la violencia de género”; cuando “atacan” a los menores extranjeros; o cuando “tachan de enfermos al colectivo Lgtbi”.
Respecto a que Abascal pregunte si lo que quiere el Gobierno es ilegalizar a Vox, Sánchez señaló que es la derecha la que parece querer situar a margen de la ley a todos los que no piensan como ellos y señaló que este planteamiento también lo tienen el PP y “lo que queda de Ciudadanos”.
Por su parte, el líder de Vox respondió que su fuerza política va a seguir “cruzando todas las líneas” y “todas las alambradas antidemocráticas” que el Gobierno les ponga delante. Añadió que en su formación van a seguir con su estrategia sin pedir “ni perdón ni permiso” y añadió que desde La Moncloa no van a poder hacer “nada lícito” para impedirlo.
Asimismo, Abascal señaló que es el jefe del Ejecutivo “el único que ha cruzado todas las líneas de la decencia política”, la primera de las cuales es que alcanzase el cargo “con mentiras”. Sostuvo que esto se produjo cuando pactó con Podemos un Gabinete de coalición cuando en la campaña de las elecciones generales dijo que no lo haría.