Los sindicatos CCOO y UGT pidieron al Gobierno este 1 de mayo, Día Internacional del Trabajo, “ser valiente con esa reforma laboral” y aprovecharon para pedir “que ningún trabajador se quede en casa” y “ni un voto trabajador a la extrema derecha”.
Así lo dijeron los secretarios generales de CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez, durante su discurso en la Puerta del Sol, al término de la manifestación convocada por las dos organizaciones con motivo del 1 de Mayo, Día Internacional del Trabajo, en la que se escucharon gritos de ‘No pasarán’ y ‘Fuera fascismo de las instituciones’.
Este año estuvo marcado por las elecciones a la Comunidad de Madrid el próximo 4 de mayo y por las restricciones sanitarias, con límites a la asistencia de participantes y tratando de mantener distancias. Este año contó con la participación de la vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, siendo la primera vez desde la Segunda República que la persona a cargo de la cartera de Trabajo acude a la manifestación.
Sordo destacó que hoy salieron a las calles por el 1 de mayo “en torno a 100.000 personas” y “recuperamos las calles para la clase trabajadora paulatinamente” ante el impacto de la pandemia.
Agradeció la asistencia de los miembros del Gobierno, “pero vamos a ser exigentes porque ahora toca cumplir con los trabajadores”. En este sentido, insistió en subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) para cumplir con el compromiso de legislatura de que alcance el 60% del salario medio, en que se derogue la reforma de pensiones de 2013 para que haya prestaciones “suficientes”, e instó a “ser valientes con esas reformas”. En este sentido, el líder de UGT defendió revalorizar las prestaciones “con el IPC y punto”.
“Cuando hablamos de la reforma laboral hablamos de dignidad laboral, hablamos de que somos el país con mayor temporalidad de Europa”, afirmó Sordo. Reivindicó “superar” la legislación laboral actual y lamentó los despidos en las empresas “a su antojo” porque “hay una legislación que los incentiva”. Insistió en “ser valiente” y “equilibrar” la negociación colectiva.
Al respecto, Álvarez insistió en “causalizar el despido”, “restaurar” la autorización administrativa y recuperar la prevalencia del convenio sectorial frente al de empresa. “Está muy bien que rebajemos el número de contratos en nuestro país, pero no os engañéis, eso no es suficiente, cumplir las normas no va hacer contratar de manera indefinida, por eso hay que castigar al que incumple las normas”, afirmó.
También pidió “poner coto”, en referencia a los accidentes de trabajo y establecer delegados de prevención de riesgos laborales por sectores y territorios.
En el ámbito fiscal, Sordo solicitó “meter mano a la reforma”, dado que “las personas que están atrapadas por la nómina sostienen el país en el IRPF y en el IVA” mientras que las rentas del capital y los beneficios empresariales “tributan a tipos vergonzosos”. En este punto, pidió regular el precio de la vivienda.
ELECCIONES EN MADRID
El líder de CCOO apeló a “construir un nuevo contrato social del siglo XXI”, y en clave política criticó “la normalización política, institucional y mediática de la extrema derecha”. “No se puede considerar normal lo que no es normal”, agregó, y aprovechó para pedir “ni un voto trabajador a la extrema derecha”. Concluyó diciendo que “la libertad es una palabra demasiado hermosa en cualquier idioma para frivolizarla, se ganó con sangre, sudor y lágrimas”.
Álvarez añadió que “ningún trabajador se quede en casa” y “que se llenen las urnas en los barrios populares de Madrid”. Lamentó “cuánto tiempo perdemos en peleas políticas, cuánto tiempo perdemos en crispación, cuánto necesario sería que la derecha en España por una vez en la vida arrime el hombro”.
La manifestación de Madrid, a la que podían asistir un máximo de 1.000 personas, estuvo encabezada por los dirigentes sindicales y miembros de sus ejecutivas, y contó con la participación, además de Díaz, de la vicepresidenta primera y ministra de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática, Carmen Calvo; el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos; el ministro de Cultura y Deporte, José Manuel Rodríguez Uribes; la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, y la ministra de Igualdad, Irene Montero.
Después de los ministros se encontraban en la manifestación los candidatos de los partidos de izquierda a la presidencia de la Comunidad de Madrid y a la Asamblea: Ángel Gabilondo (PSOE), Mónica García (Más Madrid), Pablo Iglesias (Podemos) o Isa Serra (Podemos). Durante la marcha se escuchaban gritos de ‘Sí se puede’ o ‘Pablo, no estás solo’, al paso de Iglesias.
Los dirigentes sindicales fueron preguntados en la rueda de prensa previa a la marcha por su implicación en la campaña electoral y por la participación de los ministros. Se mostraron satisfechos por contar con la presencia del Gobierno y admitieron que se involucran en la campaña. “Somos organizaciones con una clara vocación sociopolítica” y “se trata de marcar posición porque la política es determinante para las condiciones de vida de la gente que representamos”, explicó Sordo. “Es absolutamente normal que opinemos, que nos pronunciemos y que nos mojemos en este momento político”, aseveró. “Cuando se están cuestionando derechos me parece que nosotros tenemos que decir que eso no es posible”, argumentó Álvarez.
Durante la manifestación se pudieron escuchar las habituales proclamas del 1 de mayo, como ‘Que viva la lucha de la clase obrera’ y se acompañó de música en un Día Internacional del Trabajo en el que los sindicatos volvieron a salir a la calle con el lema ‘Ahora toca cumplir. Un país en deuda con su gente trabajadora’, después de que el año anterior no lo hicieran por coincidir con el confinamiento domiciliario.
(SERVIMEDIA)