El célebre dibujo fue creado por el entonces estudiante de arte John Pasche y su inmediata asociación con la irreverencia y la sexualidad que vendía el grupo -tal vez por su semejanza con la boca del cantante, a pesar de que no había sido esa la intención inicial- hizo que fuera adoptado como un rasgo de identidad que opera casi con la misma fuerza que su música.
Cincuenta años después, no solo no existe ninguna otra banda que pueda presentarse a nivel gráfico solo con un símbolo en el que no está el nombre del grupo ni sus iniciales, sino que además ese logo de la lengua se ubica al mismo nivel de reconocimiento popular que otros que representan a famosas empresas multinacionales.
La historia se originó un año antes cuando Jagger tuvo un primer contacto con Pasche a fines de encargarle un diseño para un tour que realizaría la banda por territorio europeo, según recordó para Télam Diego Perri, uno de los máximos historiadores y coleccionistas en nuestro país de material sobre los Rolling Stones y autor del libro “República Stone”.
Conforme con el póster en donde aparecían un barco y un avión como símbolo de la gira, el cantante, acaso influenciado con la moda hindú instalada con el advenimiento del hippismo, le mostró poco después un afiche de la diosa Kali como ejemplo de lo que buscaba para un nuevo emprendimiento: “Jagger quería un logo como el de Shell, que supieras al verlo de qué se trataba”, puntualizó Perri.