Esta iniciativa, que continuará su tramitación parlamentaria con enmiendas anunciadas por algunos grupos, hereda otras propuestas de la pasada legislatura, concretamente una proposición no de ley presentada por Ciudadanos y una proposición de ley del PP (ambas aprobadas por unanimidad), pero ésta decayó en la fase de ponencia de la Comisión de Justicia tras cerca de un año de trabajo porque las Cortes Generales se disolvieron con la convocatoria de elecciones generales anticipadas.
Esta vez, los grupos que sustentan al Gobierno de coalición (PSOE y Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común) registraron una proposición de ley similar que este martes contó con el respaldo de todos los partidos excepto Vox.
La propuesta de ‘descosificación’ de los animales se suma a cambios legislativos aprobados en otros países o territorios en Europa (Austria en 1986, Alemania en 1990, Suiza en 2003, Bélgica en 2009, Francia en 2015 y Portugal en 2017, así como Cataluña en 2006), así como fuera del continente (Canadá y Nueva Zelanda, por ejemplo).
El Código Civil español dota actualmente a los animales del estatuto jurídico de cosas, en concreto con la condición de “bienes muebles”, cuando desde 2003 distingue entre los daños a los animales domésticos y a las cosas.
“SERES VIVOS DOTADOS DE SENSIBILIDAD”
La proposición de ley introduce un nuevo artículo en el Código Civil que considera que “los animales son seres vivos dotados de sensibilidad” y que el propietario debe ejercer sus derechos sobre él y sus deberes de cuidado respetando esa cualidad, así como «asegurando su bienestar conforme a las características de cada especie».
Además, indica que «los gastos destinados a la curación y al cuidado de un animal herido o abandonado por un tercero son recuperables por quien los haya pagado en la medida en que hayan sido proporcionados y aun cuando hayan sido superiores al valor del animal», algo que ocurre, por ejemplo, cuando una entidad protectora atiende sanitariamente a un animal herido que tiene propietario.
La iniciativa recoge que el convenio regulador de los casos de nulidad, separación o divorcio deberá incluir a los animales de compañía, si los hay, teniendo en cuenta «el interés de los miembros de la familia y el bienestar del animal, pudiendo preverse el reparto de los tiempos de convivencia y cuidado si fuese necesario, así como de las cargas asociadas al cuidado del animal».
El juez podrá decidir el destino de los animales de compañía en esos casos, como hace en la actualidad con el cuidado de los hijos, el régimen de visitas, el uso de la vivienda familiar, las cargas de la pareja o la liquidación económica de ambos miembros, entre otros asuntos. En los casos de desacuerdo, el juez determinará si confía la mascota a uno o ambos cónyuges “atendiendo al interés de los miembros de la familia y al bienestar del animal”.
La modificación de la Ley Hipotecaria se refiere a que los animales de explotaciones ganaderas, industriales o de recreo no estarán incluidos en las hipotecas, y la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Civil alude a que los animales de compañía no son embargables ante impagos.
El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, señaló este martes en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que se trata de «un tema realmente importante» y aludió, sobre el destino de los animales en los casos de ruptura de pareja: “Hace falta regularlo”.
“SOCIALDELINCUENTE”
En la tribuna de oradores del hemiciclo del Congreso hubo coincidencia de los portavoces parlamentarios respecto a la idoneidad de la triple reforma normativa salvo cuando intervino el representante de Vox, Ángel López, que presidió la Real Federación Española de Caza entre 2017 y 2019, y dejó ese cargo al alistarse a las filas de la formación ultraderechista.
López calificó la iniciativa de “’socialdelincuente’ que avanza en una sociedad decadente hacia una civilización bárbara que deja al animal a los pies de los caballos y al hombre lo sitúa en las puertas del corredor de la muerte”.
El portavoz de Vox consideró “insensato” el texto, que consideró que procede de una “nefasta, equivocada e irracional nueva ideología animalista que no persigue otra cosa que intereses comerciales y económicos que poco o nada les importa los animales y su respeto”. “Esta proposición tiene un fin último: cooperar y ser cómplice del ‘macronegocio’ de las grandes multinacionales y de las élites globalistas, el ‘mascotismo’ y el animalismo, que deshumaniza al hombre y humaniza al animal”, apuntó.
“Ésta no es una proposición de ley que se haga para los animales, es una proposición de ley hecha por auténticos animales”, concluyó su discurso, después de asegurar que la reforma “introduce la insensatez de hacer dilucidar a un juez qué hacer con la custodia del animal de compañía como miembro de una familia y lo equipara con los hijos en el caso de divorcio”.
“NO ES ACEPTABLE NI ADMISIBLE”
Los demás portavoces se expresaron en un tono más mesurado. Sandra Guaita, del PSOE, defendió la proposición de ley señalando que sus objetivos se centran en la custodia compartida de los animales en caso de separación o divorcio, que los animales no sean embargados o hipotecados como “meras cosas”, que no sean abandonados y que no se cause sufrimiento a los animales “en tanto que son seres dotados de sensibilidad”.
Guaita apuntó que la ciencia ha demostrado que “los animales tienen sensaciones físicas y psíquicas complejas y perciben y transmiten emociones y estados de ánimo”, que un 40% de los hogares españoles cuenta con algún animal de compañía y que en España hay 16 millones de animales censados que conviven en familia.
“No es aceptable ni admisible el trato que aún hoy en día le damos a los animales en nuestro país, en pleno siglo XXI”, dijo, antes de apuntar que la triple reforma es “un primer paso” que se acompañaría de una ley marco de protección animal, algo en lo que ya trabaja el Gobierno. “Avanzamos cada vez más hacia sociedades cada vez más feministas y más ecologistas, y deben estar entrelazadas también con ser sociedades cada vez más animalistas”, comentó.
En su turno de réplica, Guaita dedicó algunas palabras al portavoz de Vox. “Ustedes basan su manera de hacer política en ‘fake news’ y en mantras demagógicos. Son negacionistas empedernidos: negacionistas de la violencia de género, con 1.085 mujeres asesinadas desde 2003; negacionistas del cambio climático, que tiene impactos directos a nivel medioambiental, pero también cambios económicos y sociales hoy en día; negacionistas de las vacunas y negacionistas del dolor y del sufrimiento animal”, comentó, antes de recalcar: “Siempre van tarde en los avances sociales”.
Juantxo López de Uralde, de Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común (grupo coautor de la proposición de ley), criticó el “postureo” del portavoz de Vox y lamentó que llame “socialdelincuentes” a quienes participaron durante cerca de un año en los trabajos de esa triple reforma legal en la anterior legislatura.
“En España se abandonan cada año del orden de 150.000 animales de compañía, según las protectoras. Tenemos un problema grave. Y estamos viviendo estos días el escándalo del maltrato animal vivido en el laboratorio de Vivotecnia”, agregó, antes de desmentir que haya “consenso progre”, al que aludió López, porque otros países han legislado en ese sentido.
“Lo que estamos proponiendo son cuestiones que yo diría de sentido común. ¿Decir que los animales no son cosas es algo revolucionario? Pero si el 40% de los hogares españoles tiene un animal de compañía en casa y hay 16 millones de animales en los hogares españoles”, apostilló.
“COPIA INTELIGENTE”
María Jesús Moro, del PP, censuró al PSOE y a Unidas Podemos que hayan hecho una “copia inteligente” de la iniciativa presentada por los populares en 2017 e indicó que la reforma “actualiza y supera un concepto decimonónico que no puede permanecer en el Código Penal” al considerar a los animales como cosas.
Guillermo Díaz, de Ciudadanos, recordó que su primera intervención en la tribuna de oradores del Pleno del Congreso fue para presentar una proposición no de ley y mostró su apoyo a la nueva iniciativa. “No es moralmente aceptable la consideración que tenemos de cosas de los animales a un ser que daría la vida por cualquiera que tengamos, por ejemplo, un perro. No puedes considerarlo como la tostadora”, recalcó.
Joan Margall, de Esquerra Republicana, sentenció: “Que los animales posean un bienestar propio es suficiente para que tengamos la obligación de respetarlo”. “Una sociedad en las que todos aborrezcan la idea de dañar a los más pequeños y vulnerables, sean humanos o animales, éste es el ideal al que aspiramos” agregó.
Pilar Calvo, de Junts per Catalunya, comentó que “humanizar al animal es ‘rehumanizar’ al hombre”, en contraposición a la afirmación lanzada por el portavoz de Vox, y recordó que, con su reforma de 2006, el Código Civil catalán fue el tercero en el mundo en distinguir a los animales de las cosas, tras el de Austria y el de Alemania.
Inés Sabanés, de Más País-Equo, destacó que “España llega tarde una vez más” y que el supuesto “consenso progre” supone “estar en el siglo XXI” y no en el XIX, en alusión a López. Néstor Rego, del BNG, consideró “un paso adelante importante” la triple reforma que modificará el Congreso, si bien consideró necesario “un verdadero estatuto jurídico de los animales”.
Mikel Legarda, del PNV, comentó que diversos estudios científicos demuestran que los animales experimentan dolor o sufrimiento, por lo que la iniciativa supone “un notable paso en la dirección moral correcta”. “De nuestra capacidad de comprender el sufrimiento de otros seres vivos deriva la obligación moral de evitarlo, ni mucho menos de ampararlo ni siquiera al socaire de excepciones culturales”, señaló.
Jon Iñarritu, de EH Bildu, calificó de “sentido común” que el Congreso cambie las tres leyes propuestas en la proposición de ley porque “se produce demasiado maltrato animal” y “las sociedades evolucionan”.
Por último, Isidro Martínez Oblanca, de Foro Asturias, consideró “urgente legislar” los cambios que propone la iniciativa porque aluden a una modificación normativa, a su juicio, “esperada y deseada por una buena parte de la sociedad española”.