La ley trans ha provocado un desencuentro no sólo entre el Gobierno y los colectivos, sino también en el propio seno del Ejecutivo después de que los socialistas propusieran que las personas transexuales tengan que acreditar de alguna manera ante el Registro Civil una “estabilidad” en su identidad de género.
“Al resto de los ciudadanos no se les pide estabilidad sexual; esto es una desigualdad que no cabe y, salvo yo, nadie más sabe quién soy”, reprochó la presidenta de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (Felgtb), Uge Sangil, en una rueda de prensa junto a la Fundación Triángulo y Chrysallis.
Los colectivos quieren que baste con el deseo expreso de una persona trans para inscribirse en el Registro Civil como se identifique, independientemente de la edad que tenga y sin necesidad de acreditar nada.
Y es que, según expresó la presidenta de Chrysallis, Ana Valenzuela, “acreditar que eres una persona trans o quién eres supone una tutela y poner a las personas trans en presunción de fraude”, por lo que “se tiene que reconocer la libre autodeterminación de género independientemente de la edad”.
En este sentido, las tres organizaciones implicadas iniciarán este mismo martes la campaña ‘Exigimos la igualdad trans’, que consistirá en un viaje de la bandera trans por toda la geografía español como si de una antorcha olímpica se tratara, y cuyo periplo comienza en Canarias para, después, cruzar a la Península acompañada de una serie de movilizaciones.
“Empezamos en Canarias porque en pocos meses va a aprobar la ley trans más avanzada de nuestro país”, explicó José María Núñez, presidente de la Fundación Triángulo, que apeló al apoyo de “las mujeres feministas y de las instituciones”.
De esta manera, plantarán cara a un PSOE que, según los colectivos LGTB, no está reconociendo los mismos derechos a las personas trans que al resto de ciudadanos. Para Valenzuela, de Chrysallis, “no se puede abordar la ley trans desde la ignorancia y los prejuicios”.
Detrás de los “escollos” a la ley trans está principalmente la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, que es, a la postre, secretaria de Igualdad del PSOE. En este sentido, ya mostró su preocupación por que la ley trans pudiera dar “la idea de pensar que se elige el género sin más que la mera voluntad o deseo”.
Para la presidenta de la Felgtb, Uge Sangil, “las personas trans a día de hoy no somos iguales ante la ley” y “la desigualdad ante la ley provoca desigualdad social”, por lo que es preciso “garantizar la igualdad para las trans”, tanto españolas como migrantes, para “que no se sientan excluidas y puedan vivir su identidad”.
