Transcurrido el primer trimestre del año la política ferroviaria continua degradándose y el desmantelamiento progresivo del ferrocarril público no cesa ni aunque supuestamente estemos en el año europeo del ferrocarril, quizá porque Europa sigue quedando muy lejos de Andalucía.
Cuando el Consejo de Europa designó 2021 como el Año del Ferrocarril con la supuesta finalidad de fomentar este modo de transporte ecológico, seguro e innovador como elemento fundamental de la transición hacia una movilidad sostenible e inteligente no contaba con la desidia y el afán demoledor del ferrocarril público de la clase política española y andaluza.
Ya solo quedan nueve meses de este supuesto año del ferrocarril y comprobamos como únicamente se piensa en destruir el tren vertebrador que da servicio a los pueblos y ciudades medias e invertir el dinero de los fondos europeos NEXT GENERATION en mastodónticas infraestructuras que solo van a beneficiar a grandes empresas constructoras y otras del IBEX35, mientras se sigue vetando el uso de este medio de transporte al medio rural y abandonando infraestructuras ferroviarias que se han construido con dinero público de los impuestos de la ciudadanía y están en perfecto estado para ser usadas y llevar el tren a multitud de municipios andaluces, dando cumplimiento al fin con el que se construyeron.
Desde CGT esperamos poco del 2021 en materia ferroviaria y mucho menos en nuestra Andalucía, azotada reiteradamente por políticas de los sucesivos gobiernos que han llevado al actual desmantelamiento de líneas, estaciones y supresión del número de trenes, desgraciadamente el tiempo nos va dando la razón y se comprueba transcurrido el primer trimestre del año que el año europeo del ferrocarril es solo un nuevo brindis al sol en el que se vuelve a .despreciar el ferrocarril convencional y se pierde una nueva oportunidad de fomentar su uso con precios asequibles y buenos horarios que faciliten la movilidad entre poblaciones, entre comarcas o entre ciudades, prueba evidente del ferrocarril que quiere el Gobierno progresista del estado y el entreguista y pasota de la Junta de Andalucía, dejando claro que lo del año europeo del ferrocarril es un cuento chino para la clase política andaluza y española.
Quedan menos de nueve meses de 2021 y sería muy fácil para el Ministerio de Transportes y para la Consejería de Fomento de la Junta ponerse a trabajar en beneficio del ferrocarril vertebrador de Andalucía y de las miles de personas que aun hoy, pese a todos los inconvenientes de la eliminación de servicios públicos en los pueblos, siguen habitando el mundo rural andaluz, sin necesidad de costosas obras, solo poniendo en valor las infraestructuras ferroviarias existentes.
La eliminación inmediata de los trasbordos por autobús entre Pedrera y Osuna, como primera y urgente actuación, sería el mejor síntoma de que las administraciones andaluza y española se creen eso del “año europeo del ferrocarril” para fomentar su uso como elemento clave para una movilidad sostenible, no en vano hablamos del corredor central de Andalucía que podría conectar por tren desde Huelva a Almería con ramales hacía Cádiz, Córdoba, Jaén, Málaga y Algeciras, pasando por Sevilla y Granada.
Como segunda actuación que demostraría el cambio de modelo ferroviario se deberían poner a circular trenes por las actuales infraestructuras ferroviarias que pese a estar perfectamente útiles se encuentran en desuso e incentivar al medio rural a usar el tren en sus estaciones con unas políticas de horarios y precios que inviten a usar el transporte público, como ejemplo podemos citar la línea Bobadilla Córdoba o desde Córdoba a Vilches (Jaén), entre otras muchas. ¿Porque no se impulsa en Andalucía la creación de nuevos núcleos de cercanías en Córdoba, Jaén, Huelva, Almería, Granada o Campo de Gibraltar usando los tramos de vía existentes sin necesidad de costosas infraestructuras nuevas y se fomenta la ampliación de los núcleos existentes en Cádiz, Málaga y Sevilla, dotándolos de suficientes trenes que faciliten la movilidad de la ciudadanía sin grandes esperas y con precios asequibles?
Tenemos muchos ejemplos en nuestra comunidad autónoma de líneas que con la llegada del ave para comunicar grandes capitales han visto como han perdido el tren de sus pueblos, se cierran sus estaciones y se expulsa a sus vecinas/os del tren, sirva como referencia, entre otras, las líneas Córdoba-Sevilla, Bobadilla-Córdoba o Bobadilla-Granada donde están afectados múltiples núcleos de población y ciudades medias en las que sus vecinos, como contribuyentes, tienen derecho a tomar el tren en sus estaciones.
Como resumen, es imprescindible para Andalucía la conexión ferroviaria con trenes de media distancia entre las ocho capitales andaluzas y Algeciras vertebrando la movilidad interandaluza y poner en marcha y desarrollar sin demora los núcleos de cercanías en el entorno de las ocho capitales de provincia andaluzas y del Campo de Gibraltar e igualmente la reapertura de líneas como la Guadix-Baza-Almendrícos o la Ruta de la Plata, por nombrar solo algunas y que las estaciones ferroviarias se conviertan en centros de transporte intermodal como eje de una política proteccionista con el medioambiente y conservacionista de la vida en el planeta así como impulsora contra la despoblación del medio rural andaluz.
Respecto al transporte de mercancías por tren, si verdaderamente se piensa en verde tendría que verse una política de transporte de mercancías que invirtiese las demoledoras cifras actuales en las que solo un 4% se transportan por ferrocarril (el 1,4% en la empresa pública), es preciso reseñar que un solo tren mueve lo que cuarenta camiones o más.
La conversión de las estaciones de tren de los pueblos y ciudades andaluzas en centros intermodales de transporte de viajeros e intercambio de mercancías también contribuiría a ese anhelado cambio que demuestre la apuesta por el ferrocarril huyendo de la puesta en marcha de nuevas obras de costosas infraestructuras para beneficio de las constructoras sin que se anteponga el valor social del tren, su capacidad vertebradora, su indudable aportación para contener el cambio climático y elemento clave contra la despoblación del medio rural.
Con solo dar uso a las infraestructuras ferroviarias existentes y las medidas expuestas, en los nueve meses de 2021 que restan se vería un cambio de tendencia y que este año sería el de ferrocarril, para a partir de ahí diseñar nuevas infraestructuras que puedan llevar el tren a nuevos núcleos de población tanto mediante cercanías como conectando toda la Costa andaluza desde Algeciras a Almería.
Desgraciadamente cerramos el primer cuarto del año de 2021 dándonos cuenta que el ferrocarril público y social no es el objetivo de unos gobiernos devastadores con este medio de transporte limpio, seguro, ecológico, económico, vertebrador, fijador de población en el medio rural… Ninguna cosa gustaría más al Sector Ferroviario de CGT en Andalucía que equivocarnos en nuestras predicciones y que en los 270 días que restan de 2021 todo cambiase en favor de la revolución de los trenes en nuestra comunidad autónoma.
Desde CGT vamos a continuar en abril denunciando por toda Andalucía la devastación del sistema ferroviario público junto a plataformas ciudadanas concienciadas en la defensa de este modo de transporte y de la vida en el planeta y el medio rural, el 13 de abril estaremos en Córdoba y el 24 de abril en la línea Bobadilla-Algeciras, en concreto en Ronda (Málaga).