Uno de cada cuatro jóvenes españoles entró en un expediente de regulación de empleo temporal (ERTE) o perdió su puesto de trabajo durante el pasado año a causa de la crisis económica derivada de la Covid-19, mientras que los mayores de 50 aumentaron el número de personas activas en un 0,31%.
Son cifras presentadas este lunes por Asempleo con las que se desgrana que la tasa de desempleo de los jóvenes menores de 25 años se sitúa alrededor del 40%. Sin embargo, los mayores de 50 años incrementaron su tasa de actividad interaunual en un 0,31% en el cuarto trimestre de 2020.
Con lo que respecta al grupo de mayor edad, estos ya han recuperado su tasa de actividad previa a la pandemia. Sin ir más lejos, en el cuarto trimestre de 2019 había empleadas 6.330.000 personas mayores de 50 mientras que en el mismo periodo del año 2020 eran 6.350.000, un incremento del 0,31% interanual.
La tasa de paro para ellos supone el 12,7%, 27,3 puntos porcentuales menos que entre los jóvenes. Por otra parte, la tasa de temporalidad en los contratos es del 14,3% (mientras que en los menores de 25 de 67,4%) y el índice de parcialidad entre mayores de 50 es del 11,6%.
JÓVENES
En el polo opuesto se encuentran los jóvenes menores de 25, ya que durante el 2020 uno de cada cuatro perdió su trabajo. Entre estas cifras destaca que el 47% de los empleos destruidos fueron temporales pese a que solo representan el 26% del total. Sin embargo, son ellos, los jóvenes, los que más contratos temporales firman, el 67,4%.
Además, el 51,3% estaba empleado en actividades relacionadas con hostelería, comercio y otras actividades de ocio, todas ellas muy afectadas por la crisis sanitaria. De hecho, la pandemia ha provocado que el 15,9% de ellos perdiera su empleo en estos sectores.
Otra de las características del empleo juvenil es la parcialidad, muy ligada a la temporalidad. La incidencia de este tipo de contratos entre este colectivo supera el 36% cuando, la tasa general de parcialidad apenas llega al 14,5%. Con todo, el 22,7% de los jóvenes con contrato parcial perdió su empleo el año pasado.
El impacto divergente en el empleo a causa de las consecuencias derivadas de la crisis sanitaria se debe, según explica Asemploe, a dos motivos: la temporalidad y el sector de trabajo.
De hecho, este mismo esquema ya se dio en la anterior crisis económica cuando entre 2007 y 2013, casi dos de cada tres menores de 25 años (62,1%) perdieron su empleo como consecuencia de la crisis. Por el contrario, la ocupación entre los mayores de 50 años se incrementó un 8%.