La Sociedad Española de Neurología (SEN) señala que el 90% de los casos de ictus se podrían evitar con una adecuada prevención de los factores de riesgo y un estilo de vida saludable, ya que el colesterol LDL es uno de los desencadenantes de mayor riesgo de esta enfermedad y el infarto de miocardio.
Con motivo de la celebración este domingo del Día Europeo de la Prevención del Riesgo Cardiovascular, la SEN recordó que entre los principales factores de riesgo modificables que pueden provocar una enfermedad cardiovascular, se encuentran la hipertensión arterial, la hipercolesterolemia (c-LDL elevado), la diabetes, el tabaquismo y arritmias como la fibrilación auricular.
La fibrilación auricular es una condición en la que el corazón late de forma irregular y rápidamente. Cuando esto sucede, la sangre puede acumularse y hacerse más espesa, es decir, formando coágulos en una de las cámaras del corazón. Estos coágulos de sangre pueden romperse y viajar a través del torrente sanguíneo al cerebro (o a veces a otra parte del cuerpo),donde tienen el potencial de causar un ictus.
Según el Grupo Daiichi Sankyo, se estima en más de un millón los pacientes con fibrilación auricular en la población española, de los que más de 90.000 están sin diagnosticar, según datos del estudio ‘Ofrece’. El número de nuevos casos anuales de ictus es de más de 134.000, y de ellos, el 20% están causados por la Fibrilación Auricular según datos de la Sociedad Española de Cardiología (SEC).
TRATAMIENTO
En cuanto al tratamiento, el jefe de Servicio de Cardiología del Hospital Quirón Salud Bizkaia del País Vasco, el doctor Iñaki Lekuona, indicó que «las arritmias como la fibrilación auricular tienen tratamiento, generalmente, “controlando el ritmo del corazón con antiarrítmicos o mediante cardioversión eléctrica o química, y la frecuencia cardiaca (con fármacos que la reducen). Para minimizar el riesgo de ictus podemos ofrecer a nuestros pacientes nuevos tratamientos como los anticoagulantes orales de acción directa (ACOD), en general con mejor eficacia y seguridad, sin necesidad de controles frecuentes de coagulación y menos interacciones con alimentos y fármacos”,
Por otra parte, uno de los factores de riesgo más comunes y cuya prevención es posible, es la hipercolesterolemia. La hipercolesterolemia es una dislipemia en la que el colesterol-LDL o también llamado el colesterol malo, se encuentra elevado por encima de unos niveles objetivo que recomiendan las guías terapéuticas. Estos niveles elevados de lípidos se han vinculado al desarrollo de enfermedades cardiovasculares como la angina de pecho, el infarto agudo de miocardio o el ictus, según la Fundación Española del Corazón y suponen un problema de salud de elevada frecuencia en el mundo occidental.
NIVELES DE COLESTEROL
De acuerdo con las más recientes guías clínicas de manejo de la hipercolesterolemia (ESC/EAS 2019)7, el objetivo de reducción de LDL-c debe ser cuanto más bajo mejor y alcanzarse en el menor tiempo posible, especialmente en pacientes de alto o muy alto RCV.
Según datos de la encuesta ‘Euroaspire V’, el 70% de los pacientes de alto y muy alto riesgo cardiovascular no tienen los niveles de colesterol LDL indicados por las guías. En general, «la hipercolesterolemia puede prevenirse “mediante una dieta cardio saludable y haciendo ejercicio físico de forma regular. Es verdad que muchas veces con esto no es suficiente y se necesita utilizar tratamiento hipolipemiante para llegar a las cifras objetivo”, apuntó el doctor Lekuona.
(SERVIMEDIA)