El mundo del motor no ha dejado de crecer desde hace ya muchos años y sus perspectivas de crecimiento son dignas de mención. Cada vez nos preocupamos más por la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente y el sector de coches no se queda atrás en este ámbito. El aumento de los usuarios de coches eléctricos, ecológicos y sostenibles es significativo y esto se debe a la conciencia social y a que estos vehículos cada vez son más accesibles para todos los bolsillos.
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¿Por qué aparecieron los coches ecológicos?
Todo comenzó con los coches híbridos, estos coches se identifican por el uso de dos o más motores, uno de ellos funciona con combustible y el otro funciona con electricidad. La gran ventaja de estos vehículos híbridos es su eficiencia energética, que ayuda al medio ambiente.
La historia continúa con los coches eléctricos, estos vehículos utilizan energía eléctrica que normalmente se almacena en baterías recargables. De la misma manera que en el caso de los coches híbridos los eléctricos también son impulsados por uno o más motores.
La aparición de estos coches surge como consecuencia de la situación actual, de la contaminación y de la petición del gobierno de reducir la contaminación del aire y las emisiones de gases. En definitiva, se trataba de una adaptación necesaria que no hará sino mejorar la vida de todos nosotros, una disminución de la contaminación tanto aérea como acústica que será un maravilloso beneficio y que pronto será más que visible en nuestras calles.
¿Qué ventajas ofrecen estos coches?
Los coches ecológicos presentan diversas ventajas, pero las más destacables, por lo menos en lo que al ahorro se refiere son el bajo coste por kilometraje, el pago de menores impuestos y su económico mantenimiento.
En primer lugar, el ahorro económico en cuanto al kilometraje es más que notable dado que un coche con motor eléctrico puede gastar hasta un 70 o 80 % menos que un coche con combustible.
En segundo lugar, este tipo de vehículos paga una tasa menor de impuestos y, además suelen estar exentos en el pago de peajes, al menos en España. Pero no solo no tienen que pagar peajes, sino que, además, también se benefician de no tener que pagar aparcamiento en algunas ciudades.
Por otro lado, el mantenimiento de los motores eléctricos suele ser mucho menos costoso debido a que su funcionamiento es menos complicado que el motor de los vehículos de combustible. Su composición es más simple por lo que el número de revisiones es menor y el costo de las reparaciones es mucho más viable que en el caso de los vehículos con motor de combustión.
Estas no son las únicas ventajas que ofrecen los vehículos ecológicos pues también presentan ventajas no solo a nivel individual sino también a nivel colectivo. Una de las características más reseñables de este tipo de coches es que no emiten CO2 por lo que no contribuyen a la contaminación y hacen que el ambiente del aire sea más sano y menos tóxico.
Otra de las ventajas de los coches ecológicos es la libertad de circulación. Con este tipo de vehículos podrás circular por la mayoría de las áreas urbanas y no tendrás que preocuparte por las restricciones de movilidad que están presentes en muchas de las ciudades más transitadas.
¿Cuáles son las desventajas?
Pero no todo es color de rosa, este tipo de coches también tiene sus desventajas.
Por un lado, se trata de un tipo de vehículos cuyas baterías necesitan recargarse y, por ende, necesitan puntos de recarga. Sin embargo, los puntos de recarga aún son escasos, especialmente en las ciudades menos pobladas. Además, la mayoría de los puntos de recarga suelen ser de recarga lenta y aún son muy pocos los puntos de recarga rápida por lo que el tiempo de carga suele ser demasiado largo.
De la misma manera, esta necesidad de recarga de la batería del automóvil supone unos costes y una infraestructura adicional dado que, o bien se recarga el coche en un aparcamiento o se instala un punto de recarga rápida propio, algo que supone un gasto inesperado y bastante alto.
Otra de las desventajas de los eléctricos es su escasa autonomía pues únicamente pueden recorrer entre 150 y 200 km con sus baterías. Este hecho provoca que para viajes de larga distancia nos tengamos que decantar por vehículos de combustible. Lo mismo ocurre si hablamos de potencia y velocidad, mientras que un coche común puede ser muy potente y alcanzar velocidades altas en pocos segundos, el coche eléctrico requiere un periodo de adaptación para poder llegar a la misma velocidad.
En resumen, este tipo de coches, especialmente el eléctrico, son el futuro, vehículos que cumplen una función social y que ayudan a frenar el gran impacto que está sufriendo el medio ambiente. Sin embargo, aunque las perspectivas de futuro son prometedoras aún queda un largo camino para la generalización y para que estén al alcance de todo el mundo.