La OMC comenzó a debatir una propuesta para suspender temporalmente los derechos de propiedad intelectual de las vacunas anti-Covid-19, lo que permitiría aumentar su producción y garantizar una distribución más equitativa en el planeta, aunque Estados Unidos, la UE y Suiza, donde se encuentran las sedes de varios gigantes farmacéuticos, y países ricos, como Noruega, Japón, Australia y el Reino Unido, se oponen.
El texto -apoyado por un centenar de países, incluyendo a Argentina, la Unión Africana y ONGs- propone derogar algunas de las obligaciones incluidas en el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual relacionados con el Comercio (ADPIC), «los diseños y modelos industriales, los derechos de autor y la protección de las informaciones no divulgadas», para que cualquier país pueda producir las vacunas sin preocuparse de las patentes.
En paralelo, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, quien también respalda la iniciativa de la OMC, recalcó la desigualdad y lamentó que los países de bajos ingresos recién estén comenzando a vacunar a los sanitarios contra el coronavirus.
«Es alentador ver que los trabajadores de la salud en los países de bajos ingresos comienzan a ser vacunados contra la Covid-19, pero es lamentable que esto llegue casi tres meses después de que algunos de los países más ricos comenzaran sus campañas de vacunación», criticó en rueda de prensa desde Ginebra, citado por la agencia Europa Press.
Dos de los países que se convirtieron en los primeros en emprender la inmunización con dosis suministradas a través del mecanismo Covax fueron Ghana y Costa de Marfil.
El sistema impulsado por la OMS para ayudar a enfrentar la pandemia a los países menos favorecidos prevé asignar 237 millones de dosis de vacunas a 142 economías participantes de la iniciativa antes de finales de mayo
En el caso de Ghana, el presidente Nana Akufo-Addo, de 76 años, se consagró como la primera persona del mundo en ser inoculado con una dosis de la vacuna contra el coronavirus de Oxford/AstraZeneca, una semana después de recibir la primera entrega de Covax.
«Es importante que predique con el ejemplo, demostrando que esta vacuna es segura al ser la primera persona en recibirla, para que todos en Ghana se sientan cómodos al vacunarse», dijo el jefe de Estado, citado por la agencia de noticias AFP.
Asimismo, el presidente de la OMS informó que por primera vez en siete semanas se registró un aumento en el número de contagios a nivel global, con mayor presencia en América, Europa, el Sudeste Asiático y el Mediterráneo Oriental.
En total, desde el inicio de la pandemia de coronavirus el mundo acumulaba 114,3 millones de casos y 2,53 millones de decesos.
Por otro lado, la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, adelantó a través de Twitter que presentará este mes un proyecto de ley para crear un «pase verde» sanitario que registre si su portador se vacunó contra el coronavirus, se hizo un test o superó la enfermedad.
Y en forma separada, durante una reunión con eurodiputados y diputados alemanes, Von der Leyen expresó que la CE buscaría «en los próximos meses» crear una base técnica para un certificado digital aceptado en los 27 países de la UE.
Países que dependen del turismo, como Grecia, y las empresas aéreas aspiran que el documento sirva como un «pasaporte sanitario» que permita a las personas inmunizadas evitar pruebas o cuarentenas al viajar, pero la mayoría de los países del bloque consideran que es prematuro para una iniciativa de este tipo, ya que podría dividir a las sociedades.
La buena noticia proviene de Rusia, donde el presidente Vladimir Putin aseguró que las vacunas desarrolladas por su país son eficaces para prevenir los contagios con las nuevas variantes de coronavirus, responsables en parte de los picos de la segunda ola de la pandemia en Europa y países de África y América Latina, según replicó la agencia Sputnik.
Eslovaquia, por su parte, recibió su primer lote de la vacuna rusa Sputnik V, convirtiéndose en el segundo país de la UE en adquirirla, después de Hungría, y en su defensa, el premier Igor Matovic declaró que «es justo comprar la vacuna rusa pues la Covid-19 no entiende de geopolítica».
Asimismo, en Italia, el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas Spallanzani anunció que enviará dos inspectores a Moscú para verificar los «estándares de calidad» de los centros de producción de la vacuna, luego de haber planteado que el fármaco «funciona» tras una investigación realizada por dicha entidad, de acuerdo al diario Corriere della Sera.
En tanto, el ministro de Salud británico, Matt Hancoch, anunció que las vacunas desarrolladas por Pfizer/BioNTech y AstraZeneca/Oxford que se aplicaron a casi un tercio de su población son «muy eficaces» y una primera dosis reduce en un 90% las hospitalizaciones de los mayores de 70 años.
En Estados Unidos, el país más golpeado a nivel mundial, el martes se distribuirán 4 millones de dosis de la vacuna de Johnson & Johnson, que acaba de ser aprobada por las autoridades sanitarias.
Hasta ahora, se aplicaron más de 224 millones de dosis en al menos 123 países o territorios.