El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, expresó este viernes su rechazo a los actos vandálicos de los últimos días y advirtió que el Ejecutivo “actuará contra cualquier forma de violencia”.
De esta manera se expresó Sánchez desde Mérida, varios días después, en relación a los altercados vandálicos iniciados en Barcelona tras la detención hace tres días del rapero Hasél y que se han extendido por otras ciudades, principalmente en Madrid. “La violencia no es una libertad, es un ataque a las libertades de los demás”, añadió.
“La democracia ampara la libertad de manifestación y la libertad de expresión, incluso la expresión de los pensamientos más infames y absurdos; pero la democracia nunca jamás ampara la violencia”, compartió Sánchez.
A su juicio, “la violencia es lo contrario a la democracia. La violencia es la negación de la democracia”, remachó Sánchez, para alertar acto seguido de que “el Gobierno se conducirá de acuerdo con el interés de nuestra democracia. Mejorará la protección a la libertad de expresión y actuará contra cualquier forma de violencia.”
Sánchez inició su intervención en Mérida, para exponer el plan de resiliencia y recuperación, siendo “meridianamente claro” y asegurando que “la democracia española tiene una tarea pendiente que es ampliar y mejorar la protección de la libertad de expresión”, pero que en una democracia “plena” como es la de España “resulta inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia”.
En esta línea, pero sin referirse directamente a los actos ni a una condena expresa, Sánchez señaló que “resulta inadmisible el uso de cualquier tipo de violencia. No hay excepción a esta regla. No hay causa, ni lugar ni situación que pueda justificar el uso de la violencia. Ninguna, porque la violencia no es una libertad, es un ataque a las libertades de los demás. La violencia es un ataque a la democracia”.
(SERVIMEDIA)