Cerca de la mitad de las aguas residuales en el mundo no se trata, pese a que la estimación anterior era del 80%, y las tasas de tratamiento continúan siendo muy bajas en los países en desarrollo.
Así se explica en un estudio realizado por científicos de la Universidad de Utrecht (Países Bajos) y la Universidad de las Naciones Unidas, y publicado en la revista ‘Earth System Science Data’.
Los seres humanos y las fábricas producen grandes cantidades de aguas residuales al día. Si no se recolectan y tratan adecuadamente, pueden amenazar gravemente la salud humana y contaminar el medio ambiente.
Los autores emplearon estadísticas nacionales para calcular los volúmenes de producción, recogida, tratamiento y reutilización de aguas residuales. «En el ámbito mundial, se producen alrededor de 359.000 millones de metros cúbicos de aguas residuales cada año, lo que equivale a 144 millones de piscinas olímpicas», apunta Edward Jones, investigador de doctorado en la Universidad de Utrecht y autor principal del estudio, que añade: «Alrededor de un 48% de esa agua se libera actualmente sin tratamiento. Esto es mucho más bajo que la cifra del 80% citada con frecuencia».
Si bien los resultados muestran una perspectiva más optimista en comparación con trabajos anteriores, los autores enfatizan que aún existen muchos desafíos. «Vemos que, particularmente en el mundo en desarrollo, donde probablemente ocurrirá la mayor parte del crecimiento futuro de la población, las tasas de tratamiento se están quedando atrás», indica Jones.
Este investigador considera «probable” que la producción de aguas residuales en esos países aumente a un ritmo más rápido que el desarrollo actual de la infraestructura de recolección y las instalaciones de tratamiento. «Esto plantea serias amenazas tanto para la salud humana como para el medio ambiente», añade.
RECURSOS FINANCIEROS
El principal problema, especialmente en el mundo en desarrollo, es la falta de recursos financieros para construir infraestructura para recolectar y tratar aguas residuales. Éste es particularmente el caso de las tecnologías de tratamiento avanzadas, que pueden ser prohibitivamente caras. Sin embargo, los autores destacan oportunidades potenciales para la reutilización creativa de corrientes de aguas residuales que podrían ayudar a financiar mejores prácticas de tratamiento de aguas residuales.
«La reutilización más obvia de las aguas residuales tratadas es aumentar los suministros de agua dulce», afirma Jones. La reutilización de aguas residuales tratadas ya es una fuente importante de agua de riego en muchos países secos, particularmente en Oriente Medio y África del Norte. Sin embargo, sólo un 11% de las aguas residuales producidas en el mundo se está reutilizando actualmente, lo que muestra grandes oportunidades de expansión.
Jones subraya que «el aumento de agua dulce no es la única oportunidad». «Las aguas residuales también tienen un gran potencial como fuente de nutrientes y energía. El reconocimiento de las aguas residuales como un recurso, a diferencia de como ‘residuos’, será clave para impulsar un tratamiento mejorado en el futuro», recalca.
Sin embargo, los autores destacan la importancia de un análisis adecuado de las plantas de tratamiento de aguas residuales, acompañado de una legislación y regulaciones estrictas, para garantizar que la reutilización de las aguas residuales sea segura. También reconocen la aceptación pública como otra barrera clave para aumentar la reutilización de aguas residuales.
(SERVIMEDIA)