Un equipo de científicos de Francia ha conseguido que tres notas musicales melifluas, cercanas en tono a C, D y C agudo, hayan reverberado por primera vez en cerca de 18.000 años desde una concha marina modificada para servir como instrumento de viento.
Así lo explican en un estudio publicado este miércoles en la revista ‘Science Advances’. El equipo multidisciplinar pertenece al Centro Nacional para la Investigación Científica (CNRS, en sus siglas en francés), el Museo de Toulouse, la Universidad de Toulouse-Jean Jaurès y el Museo de Quay Branly-Jacques Chirac.
La concha, que se cree que es el instrumento de viento más antiguo de su tipo, se descubrió hace casi 80 años en la ornamentada cueva de Marsoulas, situada entre Haute-Garonne y Ariège (Pirineos).
Se trata de la primera cueva decorada encontrada en zona pirenaica. Descubierta en 1897, atestigua el comienzo de la cultura magdaleniense en la región al final del Último Máximo Glacial, hace unos 20.000 años. Durante un inventario del material de las excavaciones arqueológicas, la mayoría del cual se conserva en el Museo de Toulouse, los científicos examinaron una gran concha de caracol de mar (‘Charonia lampas’) que se había pasado por alto en gran medida cuando se descubrió en 1931.
Los descubridores inicialmente sospecharon que la concha servía como una taza ceremonial para beber y no observaron modificaciones perceptibles por manos humanas.
Gracias a técnicas de imagen avanzadas, los investigadores determinaron que los ocupantes magdalenienses de la cueva de Marsoulas habían modificado cuidadosamente el caparazón para instalar una boquilla. Estos antiguos artesanos también eliminaron los bordes exteriores del ‘labrum’ de la concha -la cresta acampanada que se extiende hacia afuera desde la abertura principal- y adornaron el exterior con diseños de pigmentos de color rojo ocre que coinciden con el estilo del arte mural que se encuentra dentro de la cueva de Marsoulas, lo que indica su condición de objeto simbólico.
Para confirmar la hipótesis de que esta caracola se utilizaba para producir sonidos, los científicos contaron con la ayuda de un trompetista, que logró producir tres sonidos cercanos a las notas C, C sostenido y D.
Como la apertura era irregular y estaba cubierta con un revestimiento orgánico, los investigadores suponen que también se adjuntó una boquilla, como es el caso de las conchas más recientes en la colección del Museo de Quay Branly-Jacques Chirac. Las impresiones en 3D de la concha permitirán explorar esto y verificar si se puede utilizar para producir otras notas.
La primera datación por carbono 14 de la cueva, realizada sobre un trozo de carbón y un fragmento de hueso de oso del mismo nivel arqueológico que la concha, arrojó una fecha de alrededor de 18.000 años.
Esto hace que la caracola de Marsoulas sea el instrumento de viento más antiguo de su tipo: hasta la fecha, sólo se han descubierto flautas en contextos anteriores del Paleolítico Superior europeo. Las caracolas que se encuentran fuera de Europa son mucho más recientes.
(SERVIMEDIA)