Cataluña, escenario en 2017 de una fallida secesión, lanza este jueves una insólita campaña electoral sin saber todavía si el escrutinio será el 14 de febrero debido al repunte de casos de coronavirus.
Pese a que la mayoría de formaciones regionales aprobaron retrasar los comicios al 30 de mayo por la difícil situación sanitaria en España, sumida en la tercera ola de la Covid-19, la Justicia suspendió cautelarmente el aplazamiento.
El tribunal deberá decidir al respecto antes del 8 de febrero, apenas seis días antes del voto, de modo que en medio de fuertes restricciones sanitarias, los partidos de la autonomía catalana región de 7,8 millones de habitantes emprendieron este jueves sus campañas.
Pedro Sánchez se desplazará a Barcelona para apoyar a su candidato Salvador Illa, que acaba de abandonar su puesto como ministro de Salud para intentar arrebatar esta región a los independentistas que la gobiernan desde 2015.
Según los sondeos, Illa puede disputar la victoria con los dos partidos de coalición del Gobierno regional, Juntos por Cataluña (JxC) e Izquierda Republicana (ERC), informó la agencia de noticias AFP.
Pero el socialista debería cerrar complejas alianzas para presidir la región ya que los separatistas, aunque más divididos que nunca, estarían cerca de revalidar la mayoría absoluta.