El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, prometió este viernes que seguirá perseverando en “la voluntad de unidad” aunque no sea una cuestión “sencilla” y haya recibido, por ello, “ataques feroces” desde la oposición.
Así se pronunció el jefe del Ejecutivo desde el Palacio de Congresos de Zaragoza, donde presentó el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española tras mantener una reunión con el presidente de Aragón, Javier Lambán.
“Yo sé que la unidad no es sencilla y lo hemos visto durante muchos años en la vida política española”, indicó Sánchez, para acto seguido sacar pecho de las “decenas” de llamadas a la unidad que ha hecho desde el inicio de la emergencia sanitaria ocasionada por la pandemia.
Sánchez reconoció que “muchos” de estos llamamientos a la unidad han sido posibles, aunque “otros han caído en saco roto” y “han sido desatendidos e incluso respondidos con ataques feroces”. Pero esto, aseguró el presidente del Gobierno, no le “desanima”.
“Seguiremos trabajando por la unidad y seguiremos llamando a la unidad”, proclamó el jefe del Ejecutivo, con el aviso de que “ninguna desgracia distingue los colores políticos”. En este sentido, consideró que la naturaleza, con la borrasca Filomena, “nos ha vuelto a dar una lección”.
En base a ello ahondó en que “ni los desastres naturales, ni las enfermedades, ni los reveses económicos” distinguen de colores políticos, ya que “todos nuestros compatriotas padecen los mismos problemas y la respuesta de los representantes debería ser la misma”.
“Desgraciadamente no siempre es así. Razón de más para seguir intentándolo, para seguir trabajando por la unidad, para seguir mejorando juntos”, enfatizó el presidente del Gobierno. A continuación, ensalzó la “fuerza de la unidad y del diálogo” a la hora de dar “una respuesta nacional a una crisis sanitaria global”.
Todo ello sin dejar de reconocer que “es verdad que los llamamientos a la unidad desgraciadamente no siempre dieron su fruto, especialmente en el plano parlamentario”. “Pero esas fallas en la unidad se suplieron con otras muy poderosas en el ámbito social, en el europeo y en el autonómico”, resaltó.
En su intervención, Sánchez recordó que hace 120 años nació en Aragón María Moliner, autora de un diccionario que “revolucionó la manera de estudiar y de escribir la que es hoy la segunda lengua nativa más hablada del mundo: el español, nuestra lengua”.
“Ella y su obra nos recuerdan que, por encima de todo, las revoluciones del progreso son una cuestión de actitud”, enjuició Sánchez, lo que le valió para subrayar que “necesitamos creer en nuestros proyectos y capacidades para llevarlos a cabo por encima de cualquier obstáculo e imprevisto que pueda surgir en el camino”.
También hay que actuar con “el convencimiento de que hemos acertado en nuestra apuesta”, opinó Sánchez, de tal forma que “esa certeza nos permita realizar y desarrollar” esos proyectos “hasta sus últimas consecuencias”.
“Esa es la forma de avanzar: con humildad, disciplina, convicción y visión de futuro. Y esa es la lección que nos dejaron mujeres como María Moliner”, reflexionó Sánchez. “Podemos hablar de cómo redactar una obra asombrosa o de cómo doblegar una emergencia sanitaria o de cómo superar cualquier adversidad o de cómo renovar, transformar y mejorar las estructuras económicas y sociales de un país”, indicó.
A su juicio, en todos esos casos “estamos apelando a las mismas virtudes”, esto es, “a esa actitud de triunfo y superación que es la que en definitiva nos convoca hoy aquí”. Y remarcó que ese también es el espíritu del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
(SERVIMEDIA)
