Durante los últimos años, los hábitos de cuidado y prevención dental se han desarrollado mucho en España, según muestran las estadísticas. Pero a pesar de ello, en este aspecto seguimos bastante por detrás de otros países de Europa como Alemania, Francia o Países Bajos, entre otros.
Los españoles solemos visitar al dentista menos de lo que debiéramos. Tan solo una de cada dos personas visita, al menos, una vez al año a su clínica dental de confianza. Esto conlleva que suframos habitualmente problemas como gingivitis, presente en el 80% de la población, o periodontitis y problemas relacionados con los implantes dentales, que se estima sufren en torno al 30% de los españoles.
La situación no es tan importante en cuanto a problemas de caries o roturas de piezas dentales, ya que en este tipo de incidencias el dolor está presente y la persona afectada suele acudir rápido al dentista para poder solucionarlo. Pero cuando se trata de problemas relacionados con las encías, los tejidos bucales o los implantes, la situación cambia ya que estos no presentan habitualmente dolor en sus primeras fases y pasan más desapercibidos, dejándose ver cuando los daños son más graves.
Por este motivo es importante insistir y concienciar a la sociedad de los efectos positivos que una buena prevención de la salud bucodental puede tener para mantener sano al organismo.
La prevención en salud dental también permite ahorrar dinero
Tal y como demuestran diversos estudios realizados en los últimos años por la Federación Europea de Periodoncia, realizar visitas regulares al dentista de forma preventiva limitan el impacto que las enfermedades infecciosas tienen en los tejidos de la boca, incluyendo encías y dientes. Esto reduce la necesidad de emplear tratamientos complejos para remediar los problemas, con el correspondiente ahorro de costes que conlleva.
Por otro lado, también está comprobado que existe una relación entre la salud bucodental y la salud general de nuestro cuerpo. Enfermedades relativamente comunes en la población como la diabetes o ciertas enfermedades coronarias o respiratorias.
El trabajo de concienciación de los dentistas se convierte en fundamental para promover estilos de vida saludables. Ellos, gracias a su experiencia, se convierten en la principal herramienta de prevención oral y de cuidado de las encías. Quizás el problema resida en que los beneficios de esta prevención no aparecen a corto plazo, pero es obvio que reducen de forma eficaz las posibilidades de que aparezcan problemas en los dientes, tanto estéticos como funcionales. Y lo que es más importante, mejoran la calidad de vida de cualquier persona.