En 1869 Concepción Arenal (Ferrol, 1820) publicó un tratado sobre el papel de la mujer en la sociedad, se trata de “La mujer del porvenir”, donde analiza todas las teorías existentes en la época y que postulaban acerca del sexo femenino y de su condición como tal.
Más adelante, en 1883, revisa el tratado en una breve obra titulada “La mujer de su casa” donde amplia y mejora lo expresado en el texto anterior.
La editorial Nórdica Libros publica por primera vez ambos textos en una misma edición. Ahora podemos leerlas juntas y compararlas, apreciar el trabajo de una mujer que luchó por los derechos del género femenino, en un país que, como ella dice, piensa de la mujer de la siguiente manera:
“En el mundo oficial (a la mujer) se le reconoce aptitud para reina y para estanquera; que pretendiese ocupar los puestos intermedios sería absurdo”
Cada capítulo muestra un detallado análisis de estudios realizados sobre lo femenino desde distintos ámbitos, como el social e incluso el científico. Argumenta razonadamente los resultados obtenidos por esos entendidos que tenían la necesidad de “colocar” a cada cual en su sitio.
Lo que Arenal pretende es mostrar una realidad en la que la mujer puede ser más de lo que le dejan y, sobre todo, más de lo que muchas personas piensan que puede dar. Situarla junto al hombre en la línea de salida y que vayan juntos hasta donde sus características personales les permitan.
También sopesa la supuesta “inferioridad de la mujer” desde lo que se considera fuerza bruta como desde la moralidad. Así, plantea cuestiones como ¿la superioridad de fuerza hace que el hombre sea mejor que la mujer?, ¿es el género femenino más inmoral que el masculino en sus actos del día a día?, ¿el comportamiento femenino a lo largo de los años hace merecedoras a las mujeres de ser controladas por otros, por no poder hacerlo ellas mismas?
Pero a lo que más importancia le da en estos tratados tiene que ver con la educación, o el acceso que tiene la mujer a ella. De hecho, “La mujer del porvenir” surge como consecuencia de la visita de Concepción Arenal en 1869 a unas conferencias que el fundador de la Asociación para la Enseñanza de la Mujer dió en la Universidad Central de Madrid.
Las conferencias fueron un éxito y las mujeres acudieron a ellas en masa, cuanto más porque la universidad era un espacio que tenían vetado.
Hoy día la búsqueda de igualdad de oportunidades e igualdad de condiciones, en todos los ámbitos, es algo que vamos teniendo como natural. Pero en la época en la que fueron creados “La mujer del porvenir” y “La mujer de su casa”, era muy necesario levantar la voz para hacer entender algo tan simple como que las mujeres (cuidado que voy a decir una locura) podíamos pensar y tomas decisiones por nosotras mismas, con capacidad de equivocarnos como nuestros semejantes del sexo masculino.
La edición que ofrece Nórdica libros viene acompañada y engrandecida por unas ilustraciones realizadas por Antonia Santolaya, que muestran una visión peculiar sobre el contenido escrito y narrado en esas páginas.
Sirvan estos tratados para comparar ambas épocas, en la que fueron escritos y la actual, y ver cuánto hemos avanzado y cuánto nos falta por alcanzar. Hoy dia tenemos el camino para ser coprotagonistas de nuestra historia como país casi andado , pero aún queda mucha lucha.
No se trata de demonizar una época, se trata de aprender del pasado para mejorar el futuro.
Mujeres como Concepción Arenal, Clara Campoamor o Victoria Kent, allanaron el camino del cambio en España, y hombres como Cervantes, con su literatura donde la mujer no era solo madre y esposa, ayudaron a ver que hay muchos roles que hombres y mujeres podemos llevar a cabo.
Puede que Concepción Arenal tenga razón y todo sea cuestión de educación; porque si no enseñamos, si no aprendemos, seguiremos siempre el mismo camino, y los errores que comentamos no nos harán mejorar y seguir adelante.
La lectura nos permite pensar y conocer otras formas de vida, comparar y decidir nuestro propio criterio. La mujer del porvenir sentó las bases de este pensamiento. Es decisión nuestra seguir el camino trazado, mejorarlo, modificarlo o ignorarlo.
Elige.
Es lo que ella clamaba: el poder de decidir, sin tener en cuenta que género dice tu DNI que tienes. Pero no olvides nunca el respeto en el camino, ya que habrá quien piense distinto a ti, lo que no te hace mejor ni peor, solo te hace único… y a la otra persona, también.
Sobre la autora
Concepción Arenal Ponte nacía en Ferrol el 31 de enero de 1820. Escribió poesía y es autora de más de una veintena de obras de ficción dramática y de ensayos y artículos de opinión. Considerada la precursora del Trabajo Social en España. Defendió a través de sus publicaciones la labor llevada a cabo por las comunidades religiosas en España y fue pionera del feminismo en España. Denunció la situación de las cárceles de hombres y mujeres, la miseria en las casas de salud o la mendicidad y la condición de la mujer en el siglo xix. Consiguió hacer pensar a los que nunca debieron dejar de hacerlo y cambió, para bien, muchas situaciones de desventaja y miseria en este país. Falleció en Vigo un 4 de febrero a los 73 años.
Para más artículos como éste, puedes visitar mi perfil https://www.malagaldia.es/author/helen_cazadora_de_libros/