La Renta Básica Universal ha estado en nuestros programas desde el primer día y ¡por supuesto! apoyamos la recogida de firmas a nivel europeo para conseguir que la Comisión de la UE presente una propuesta de Rentas Básicas incondicionales en toda la UE.
Esta medida es un pilar de nuestras propuestas en Andalucía desde 2012 y ha estado siempre presente en nuestras propuestas políticas.
La Iniciativa Ciudadana Europea por una Renta Básica Universal e Incondicional ha recibido expresamente nuestro apoyo y así ha quedado recogido.
¿Qué es la Iniciativa Ciudadana Europea por la Renta Básica?
Se trata de una iniciativa que entronca directamente con nuestro ideario y que hemos defendido en todas las convocatorias electorales en las que hemos participado, vamos a difundir y colaborar en todo lo que esté en nuestra mano para que llegue a buen puerto.
Esta iniciativa, que ha iniciado la recogida de firmas el pasado día 25 de Septiembre y que estará recogiéndolas hasta el 24 de Septiembre de 2021 a través de una página web de la Unión Europea: https://es.eci-ubi.eu/ , trata de provocar que la Comisión presente una propuesta de Rentas Básicas incondicionales en toda la U.E. y para ello necesita obtener al menos un millón de firmas, obtenidas en al menos 7 países de la Unión, y con un mínimo de firmas en cada país. Cuando no llevamos ni mes y medio desde el inicio de la campaña, ya se llevan recogidas más de 64.000.
¡Firma AHORA! Gracias
“Decidir si se apoya o no la introducción de una Renta Básica Incondicional es como preguntarse qué tipo de sociedad queremos para el futuro de la humanidad, apunta Esteban de Manuel, coportavoz de nuestro partido en Andalucía, y la certeza de que debemos luchar contra la pobreza y la exclusión nos hace estar decididamente a favor y apoyar esta iniciativa”
Para nosotros, como partido verde, la introducción de esta medida ha sido siempre uno de los pilares fundamentales dentro de sus programas y documentos, llevando a cabo diversos actos y publicaciones para explicar el concepto así como el alcance que esta medida podría tener en la lucha contra la pobreza y la discriminación.
“Una vez visto el fracaso del Ingreso Mínimo Vital implantado por el Gobierno de la nación, explica Isabel Brito, también nuestra coportavoz en Andalucía, así como de las rentas y subsidios condicionados durante todos estos años, no entendemos la resistencia a que se implante esta medida por parte del Ejecutivo y creemos que esta es una muy buena iniciativa para que desde la Comisión se inste a su regulación”
El hecho de llegar a recoger las firmas necesarias no garantiza la implantación de la Renta Básica Incondicional, ya que es decisión de la Comisión llevarlo a cabo, pero en cualquier caso tendría que explicar su posición, consiguiendo así poner sobre la mesa de los Estados miembros las ventajas y características que aportaría implantar una herramienta como la Renta Básica.
La mayor fuerza y a la vez el mayor temor para sus detractores, que acarrea la Renta Básica es la libertad que otorga ya que elimina de un plumazo la necesidad de llevar a cabo algún tipo de trabajo remunerado para mantener un mínimo económico vital, evitando así la explotación de los trabajadores y poniendo en primera línea la importancia de los cuidados y el activismo social, siendo asimismo el primer paso para garantizar unas condiciones de vida dignas mínimas para toda la ciudadanía.
La Renta Básica ha pasado en pocos meses de ser una medida en el ideario de algunos partidos, ecologistas principalmente, a ser reclamada incluso en encuentros significativos del capitalismo, como es el Foro de Davos, con la diferencia de que desde las grandes fuentes de poder económico capitalistas se ve como una especie de “caridad” encaminada principalmente a garantizar un estatus consumidor en la población, mientras que quienes defendemos realmente el carácter emancipador de la Renta Básica la vemos como un derecho que debe recoger la legislación. El derecho, ni más ni menos, a una vida digna.
No podemos seguir supeditando todo a la economía, con fórmulas que son generadoras de precariedad y discriminación y que han demostrado su inutilidad para alcanzar un mayor reparto de la riqueza y garantizar un nivel de vida mínimo.
En una sociedad avanzada y desarrollada, como la que se persigue para el futuro más inmediato, nos tenemos que plantear si podemos seguir consintiendo que siga generándose desigualdad y un enriquecimiento descomunal de algunas personas frente al empobrecimiento de la mayoría o vamos a dar un giro ecosocial y a mirar por el bienestar de toda la población, sin dejar a nadie atrás.
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