La pandemia del coronavirus ha provocado que los niños y niñas que viven en pobreza sin acceso a educación, a una nutrición en condiciones o a la salud aumente un 20%, según un informe internacional publicado por Save the Children. Al menos 65 países no han canalizado ninguna ayuda para que los más vulnerables afronten la crisis económica.
Antes de la Covid-19 había alrededor de mil millones de menores en esta situación, Ahora, según el informe ‘A Foundation to End Child Poverty’, publicado hoy, habría 200 millones más de niños y niñas en “pobreza multidimensional”; es decir, que viven privados de necesidades básicas como la salud, la educación, un correcto saneamiento o el agua.
Y es que “millones de familias se han visto abocadas a la pobreza desde el inicio del brote”, mientras que alrededor de 600 millones de niños no estarían recibiendo ninguna ayuda por parte de sus gobiernos para paliar las consecuencias de la crisis económica derivada del coronavirus.
“Los padres y las madres empezaron a perder sus trabajos, hecho que repercutió en el acceso de sus hijos e hijas a la atención médica, la educación, la alimentación y la vivienda”, alerta la ONG en su estudio.
Según los datos recogidos en el informe, si bien cientos de millones de familias están necesitando apoyo adicional para mantener a sus hijos e hijas, al menos 68 países en vías de desarrollo no lo están proporcionando.
“Sabemos que el impacto económico del coronavirus será duradero y, si no se ayuda a las familias más vulnerables, el impacto para los niños y las niñas podría durar toda la vida. A nivel mundial, las familias ya se están enfrentando a un futuro incierto debido”, alertó la directora de Reducción de la Pobreza de Save the Children, Yolanda Wright.
“Los niños y las niñas merecen el mejor inicio posible en sus vidas y sabemos que el argumento económico para invertir en ellos es sólido. No se trata de si esto es viable sino en si podemos permitirnos no hacerlo”, añadió.
La ONG ya advirtió en una encuesta publicada en septiembre de que alrededor del 75% de los menores que han perdido todos sus ingresos no recibieron ningún apoyo de sus respectivos gobiernos. Y es que “la crisis de la Covid-19 está agrandando las desigualdades”.
Como parte de su respuesta a la pandemia, casi todos los países anunciaron medidas de protección social, como transferencias de efectivo, alimentos o vales, o la exención de impuestos para ayudar a las familias a enfrentar el impacto de la crisis.
Sin embargo, a medida que las economías sufrieron mayores impactos, los 68 países analizados por Save the Children no introdujeron ningún apoyo económico familiar o específico para la infancia, quedándose a expensas de futuros e inciertos ingresos.
En consecuencia, la organización considera que la Covid-19 podría retrasar en más de una década el progreso en la reducción de la pobreza y las privaciones en la infancia.(SERVIMEDIA)