Louisa May Alcott (EE.UU., 1832) obtuvo fama mundial con “Mujercitas” cuando la publicó en 1868. Desde entonces, las hermanas March, Meg, Jo, Beth y Amy, forman parte de nuestra memoria literaria y es raro encontrar a alguien que no haya visto alguna adaptación cinematográfica, o que no haya leído alguna de sus historias.
En estas novelas, Alcott refleja a la perfección el espíritu familiar y social de la época. Los March eran el ejemplo perfecto a seguir; y sus historias daban dinero. Por eso, tanto fans como editores, no permitían que la autora publicase otro tipo de novelas.
Y es aquí donde nos encontramos hoy. En esa otra faceta suya.
Louisa May Alcott fue una mujer comprometida con la lucha feminista y con el movimiento abolicionista. Escribió una colección especial que trataba temas como la sexualidad, el adulterio o la liberación de esclavos. Y esto, sus editores, no podían asociarlo al nombre de la creadora de Jo March.
Para poder publicarlas fueron firmadas con el pseudónimo de A.M. Barnard y se pueden clasificar dentro del género gótico y de el «domestic noir victoriano» (estilo de narración donde todo ocurre en el ámbito doméstico y donde la mujer ya no es sólo la víctima o el personaje débil de la trama).
El libro que me gustaría resaltar de ésta etapa literaria tan desconocida de la autora se titula “Tras la máscara” y fue escrito en 1866.
En él Barnard/May Alcott nos presenta a una jovencita llamada Jean Muir que bien podría ser considerada una gemela de Jane Eyre (Charlotte Brontë, 1847). Es decir, joven institutriz pobre que llega a una casa de la alta burguesía estadounidense, donde va a pasar mil y una penurias y donde tendrá que lidiar con la existencia en ella de dos jóvenes casaderos, uno que la adora y otro que no la mira como un igual.
Pero Jane Muir, no es Jane Eyre. Ella llega a su destino. Sopesa todas sus posibilidades. Elige quién y de qué modo le será más favorable. Maneja todo a su antojo. Y al acabar, deja a todas y cada una de las almas con las que se ha topado, con la necesidad de que alguien les explique qué les ha pasado.
Jane Muir es algo más que la nueva institutriz. Lo hace todo bien y tiene algo que consigue enamorar a cualquiera. La pobrecita no puede remediarlo y eso le va a traer algún que otro problema y le va a generar alguna enemiga (esas pobres criaturas que tienen la suerte o la desgracia de ver más allá de las virtudes de la heroína).
El nivel de manipulación del que somos testigos es tan absorbente y tan maravillosamente creativo, que aun siendo una gran fan de Jo March, prefiero quedarme con su versión Noir, la que está saboreando el lado oscuro… y lo disfruta.
Si lees “Tras la máscara”, caerás en las redes de Jane Muir como hemos hecho todos. Pero recuerda: ella no puede evitarlo.
En la foto podéis disfrutar de la Edición Ilustrada de la Editorial DÉpoca, dentro de su Colección Delicatessen, publicada en España en 2018.