La separación es un paso difícil, pero fundamental para el niño: la seguridad que ofrece la presencia física del progenitor que cuida al niño debe ir acompañada de la certeza de su regreso y la capacidad de confiar en su imagen interna cuando está ausente. Si la transición es difícil por varias razones, puede conducir a un trastorno de ansiedad por separación que afecta a muchos niños y es importante resolverlo en la niñez. Si las dificultades persisten, el adulto cargará con esta herida que genera una fuerte inseguridad en el manejo de la autonomía personal y las relaciones de pareja.
Así que hablemos de ansiedad por separación o ansiedad por abandono en adultos.
El miedo al abandono en la edad adulta: las características
Es común que los adultos ansiosos hayan sido niños con un trastorno de ansiedad por separación y, a la inversa, que los niños con trastorno de ansiedad por separación se conviertan en adultos ansiosos. En general, las personas que están ansiosas desde una edad temprana experimentarán trastornos de ansiedad en la edad adulta, aunque la forma y el tema de las preocupaciones pueden cambiar. Puede tener ansiedad por separación matrimonial, con la pareja como objeto, pero a menudo hay ansiedades desmotivadas por los padres ancianos o solitarios en el hogar o angustia en los períodos de separación de los padres, como para replicar el estado ansioso de la infancia.
Los síntomas incluyen:
- Dificultad para quedarse solo en casa.
- Dificultad para salir por su cuenta (cruzar la calle, conducir o caminar solo).
- Dificultad para salir de lugares considerados seguros.
- Fuerte interés por las figuras primarias (madre, padre).
La manifestación de ansiedad por separación en adultos en estas situaciones lleva al sujeto a una verdadera histeria, al rechazo de la realidad y a la somatización de la patología con evidentes síntomas físicos.
Alteraciones del sueño, pesadillas, dolores de cabeza continuos, temblores, violencia alternando con abulia, propensión a gestos precipitados y total negación de la realidad. Los síntomas se agravan si existe una amenaza real o agravada por la ruptura de estos vínculos (traslados, nuevos vínculos, muerte, etc.) que desencadenan ataques de pánico. Una comorbilidad que va más allá de los trastornos de ansiedad e incluye: trastornos del estado de ánimo, trastornos de la personalidad, trastorno de estrés postraumático también está vinculada a este cuadro. Varios estudios han examinado la relación entre el estilo de crianza y los síntomas en la edad adulta. Los resultados sugieren que la presencia de ansiedad por separación a una edad temprana y un comportamiento sobreprotector de uno de los padres a menudo se asocian con síntomas de ansiedad por separación persistentes en la edad adulta.
Tratamiento y terapia de la ansiedad por separación.
Para comenzar a manejar estas dificultades, debe hacerse una pregunta específica: «¿De qué tenemos miedo de ser abandonados o alejados? ¿Cuál es el objeto de nuestra ansiedad por separación?»
De hecho, se trata de ansiedad por pérdida hacia los padres o personas de quienes se teme el desapego, pero el objeto de la ansiedad por separación a menudo no es explicable por la persona. La ansiedad se puede definir como un afecto «sin nombre» que no se puede mantener bajo control, la persona tiene terror de hacer algo sola o separarse y está petrificada en su comportamiento al no poder definir las causas .
La Terapia de Aceptación y Compromiso ( Valores, Acciones comprometidas,Defusión, Yo como contexto y momento presente) pueden aportar un beneficio significativo en cuanto a entender esta problemática desde otra perspectiva que ofrezca la oportunidad de actuar conforme a lo que realmente tiene valor para ti.
Las psicoterapias dirigidas a un trabajo más profundo son más efectivas, ya que tienen como objetivo ayudar a la persona a dar sentido a las causas de la ansiedad por abandono, a procesar conflictos no resueltos y dinámicas inconscientes particulares. Es importante trabajar en terapia en cómo crear oportunidades en las que aprender a ser autónomo a través de la búsqueda de intereses, nuevas amistades o situaciones sociales en las que experimentar experiencias nuevas y estimulantes y, de forma progresiva, desprenderte de la persona con la que estás más conectado. .
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