Ahora que agosto ha llegado a su fin, ha quedado más que demostrado que ni las altas temperaturas han podido frenar la expansión del nuevo coronavirus. ¿Qué hace que el Covid-19 sea imparable? Miguel Marcos, especialista en Medicina Interna en el Hospital Universitario de Salamanca, lo explica en Twitter.
Porque ni el confinamiento al que se ha sometido la población durante la primavera, ni la obligación del uso de mascarilla en espacios públicos abiertos y cerrados, ni la disposición de gel hidroalcohólico en prácticamente todos los lugares cerrados han conseguido frenar su transmisión. Según el especialista, esto se debe sobre todo a tres factores.
¿Por qué es tan difícil de controlar la transmisión del SARS-CoV-2? Hemos estado confinados, mascarilla obligatoria, gel hidroalcoholico por todas partes… pero el virus sigue y los casos crecen y hacen falta medidas más estrictas, ¿por qué no nos libramos de este maldito bicho?
— Miguel Marcos #ManténLaDistancia #LávateLasManos (@drmiguelmarcos) August 16, 2020
El primero de ellos es su capacidad de transmisión. «Sin entrar en tecnicismos -explica el internista–, es mayor que otros virus como la gripe. Y sobre todo se transmite en espacios cerrados. Por eso es importante cerrar el ocio nocturno y tener cuidado o evitar reuniones familiares».
El segundo factor es la gran cantidad de casos asintomáticos que hay. También con pocos síntomas que pueden pasar desapercibidos. «Si coges el virus y a los dos días estás malísimo no te puedes ir muy lejos. Este virus permite que la gente se suba a un avión y venga de la otra parte del mundo con el virus o que sigas trabajando y haciendo vida normal», afirma.
«Aquí no ayuda mucho -prosigue- que haya gente que necesite trabajar sí o sí o que haya empresas que prefieran seguir funcionando aunque sea a costa de trabajar con personal infectado. Esto es un problema muy serio que probablemente no sea tan acusado en, digamos, Alemania».
El tercer y último factor es la ausencia de una prueba sencilla y eficaz que detecte a todos los portadores o enfermos de Covid-19. «La PCR es muy útil pero puede no detectar hasta el 30-40 por ciento de infectados (por la técnica, momento de la prueba, baja carga viral, etc.). Ahora mismo es imprescindible, pero ojalá desarrollemos esa prueba eficaz, rápida, fácil y barata que necesitamos», afirma.
En este punto, pone de ejemplo el crucero noruego que zarpó sin casos de Covid-19 y que, incluso habiendo realizado PCR a todos los tripulantes antes de salir, pero que no hicieron cuarentena, «cuando se quisieron dar cuenta tenían a cuatro tripulantes en el hospital, otros 32 positivos y cinco pasajeros», relata.
«¿Qué nos queda para parar el virus hasta la vacuna?» Pues alejarnos unos de otros (sobre todo no juntarnos en sitios cerrados) como primera y mejor opción, y en segundo lugar las medidas preventivas que conocemos. Es duro pero no nos queda otra hasta que tengamos una vacuna eficaz», concluye. (albacetealdia.es)