23/08/2020.- Tras su ópera prima ́Amar ́, el director Esteban Crespo ha vuelto al Festival de Málaga para presentar su segundo largometraje ́Black Beach ́, al que ha definido como un melodrama con carcasa de thriller de acción, elaborado para hacer reflexionar sobre las reacciones del ser humano frente a la traición y las decisiones vitales tomadas ante situaciones límite.
Crespo se ha inspirado en su propia experiencia personal, concretamente cuando trabajaba en un proyecto de cooperación en Guinea Ecuatorial. Con el paso de los años se percató de que los amigos que había hecho en aquel entonces ya habían muerto o se encontraban en prisión. De ahí que quisiera revelar a través de su trabajo cinematográfico las injusticias de este país y su situación desfavorecida frente a los países dominantes y los intereses empresariales.
Raúl Arévalo y Candela Peña son los protagonistas de una historia para romper prejuicios y estereotipos. El reparto lo completan Melina Matthews, Paulina García, Emilio Buale y Lidia Nené. Todos contribuyen a interpretar un relato que aborda la frustración y la desesperación y cómo reaccionan sus personajes ante una concatenación de situaciones extremas.
Para dejar clara su intención, Crespo ha destacado que “el objetivo principal del largometraje es emocionar, divertir, entretener, hacer sentir y reflexionar dentro del disfrute”. Cuando una persona está involucrada personalmente en una desgracia, su reacción es completamente diferente a cuando la contempla desde fuera. Eso es justo lo que se ha propuesto recrear en la película, ha puntualizado
Crespo.
El rodaje se ha caracterizado por su complejidad en las localizaciones de las grabaciones. Han grabado en Ghana, huyendo de los sitios más idílicos y turísticos de África para transmitir la crudeza y la realidad del continente. Black Beach es el nombre real de una prisión de Guinea Ecuatorial, de ahí el nombre de la película.
El actor Emilio Buale ha sido el encargado de desgranar la esencia real del largometraje durante su intervención en la rueda de prensa. Ha expresado que la película formula dos preguntas claves. Por una parte, cuál es el valor de la vida de un hombre. Y por otra, a dónde nos conduce el continuo afán de poder sustentado por el interés particular. Estas dos preguntas se cuestionan a lo largo de la trama que se centra en el secuestro de un ingeniero blanco de una petrolífera.
Este suceso provoca una historia de traiciones, corrupción y poder que puede extrapolarse a cualquier país africano. Todo el reparto viajó a África dos semanas antes del rodaje para que pudieran empaparse de la peculiaridad del lugar. “Este continente transforma a todo el que lo visita. De ahí la importancia de que todos tuvieran una experiencia personal en primera persona con él”, ha insistido Crespo.
La película ha contado con un presupuesto de siete millones de euros y su estreno está previsto para el 25 de septiembre en todos los cines españoles.