La asertividad representa una característica personal importante capaz de influir significativamente en la relación con otras personas. Se define como: «estilo comunicativo que caracteriza a un individuo sociable, seguro de sí mismo y de mente abierta, comprometido con la resolución positiva de situaciones y problemas».
Es un aspecto del comportamiento humano que consiste en la capacidad del sujeto de expresar sus emociones, sentimientos y opiniones de manera clara y efectiva sin ofender o atacar al interlocutor.
Los requisitos previos necesarios son una buena autoestima y autoimagen, libertad expresiva, comunicación adecuada, capacidad de proporcionar y recibir apreciación, capacidad de responder a solicitudes y críticas, tener objetivos claros, saber escuchar, saber decir no sin sentirse culpable, saber cómo admitir los propios errores, criticar constructivamente y lidiar con el problema tanto racional como emocionalmente.
En los dos extremos de la asertividad encontramos:
– un estilo comunicativo pasivo, en el que el sujeto piensa complacer a otros más que a sí mismo, se deja influenciar fácilmente, sufre situaciones al no oponerse a sí mismo, muestra ansiedad social, es incapaz de expresar sus propias necesidades y requisitos, antepone las necesidades de los demás a las propias, quieren obtener el consentimiento de quienes los rodean para evitar conflictos. Esta modalidad inicialmente ayuda a reducir la ansiedad, pero limita la capacidad del sujeto para actuar;
– un estilo de comunicación agresivo, en el que el individuo no respeta los límites de los demás, tiende a dominar a las personas que lo rodean, se centra en sus deseos sin prestar atención a los que lo rodean, a veces muestra desprecio y no reconoce el dignidad de los demás y dificultad para escuchar al otro. Para lograr sus objetivos, utiliza cualquier medio, incluso destructivo o violento, desea poder personal y social y presenta aspectos ansiosos acompañados de ira y hostilidad.
La persona con un estilo comunicativo asertivo comunica sus sentimientos, pensamientos, ideas de manera apropiada y hace explícitas sus necesidades. Es capaz de expresar una opinión, incluso si está en desacuerdo con la del interlocutor, está abierto a confrontar con humildad. Utiliza comunicación directa y auténtica. Muestra un comportamiento participativo activo y no reactivo, una actitud responsable caracterizada por la plena confianza en uno mismo y en los demás, la capacidad de manifestarse y hacer valer sus derechos sin negar los de los demás sin ansiedad ni culpa. Es reflexivo, tolerante, paciente, no culpable y orientado a un propósito.
Para fomentar una dimensión asertiva, es importante: expresarse con empatía, describir el comportamiento que tiene un impacto negativo en nosotros mismos, explicar por qué me siento así, especificar el cambio en el comportamiento deseado, analizar las consecuencias positivas si el cambio tiene lugar y aquellos negativo si no lo hay, solicite resolver el problema juntos confirmando la relación.
Por supuesto, la mayoría de las personas en las relaciones sociales oscilan entre dos extremos, el pasivo en el que todo está bien para no cuestionarse y el agresivo en el que hay una tendencia a intimidar al otro, quejándose de que algo está mal.
Si cree que tiene dificultades para relacionarse con otras personas y al leer este artículo se encontró pensando que su estilo de comunicación es principalmente pasivo o agresivo, piense en la posibilidad de consultar a Casaleiz Psicólogo para profundizar en los orígenes. y las razones de estas dificultades.
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