Se ha iniciado una huelga indefinida por parte de los médicos residentes (MIR) de la Comunidad de Madrid para forzar a la Consejería de Sanidad a negociar un convenio colectivo que mejore sus condiciones laborales y que acabe con turnos que consideran abusivos y con la atención a pacientes sin supervisión de un médico.
Ante esta situación el Gobierno regional ha fijado unos servicios mínimos del 100% de los residentes que tengan programadas guardias en el ámbito de Atención Hospitalaria en los días afectados por la huelga, incluidos los residentes de la especialidad de medicina familiar y comunitaria de Atención Primaria que tienen programada guardia en los centros hospitalarios. En el ámbito de Atención Hospitalaria durante la jornada ordinaria de los lunes deben trabajar los mismos residentes que tengan programadas guardias ese mismo lunes.
Y en el ámbito de Atención Primaria durante la jornada ordinaria de los lunes, en los centros en los que coincidan hasta tres residentes, con independencia del año de residencia, debe trabajar un residente en servicios mínimos por turno; y en los centros en los que coincidan hasta cuatro residentes o más, con independencia del año de residencia, dos residentes en servicios mínimos por turno.
«La Administración considera que la actividad que desarrolla el personal en formación en los centros sanitarios tiene un carácter esencial para el mantenimiento de otros derechos constitucionalmente protegidos, por lo que es necesario establecer los servicios mínimos propuestos, toda vez que su ausencia puede suponer un peligro para la salud de los pacientes, pudiendo afectar de manera grave a la prestación del servicio de asistencia sanitaria que se realiza», señala Sanidad.
Antes de llegar a la huelga, se ha intentado una negociación que no ha llegado a buen puerto. El comité de huelga, con un representante de la organización sindical Asociación de Médicos y Titulados Superiores de Madrid (Amyts), inició contactos el 2 de julio con la Consejería de Sanidad para lograr mejoras de las condiciones laborales del personal residente en formación.
Según Amyts, la Comunidad llegó a la negociación sin haber leído las 88 páginas del convenio propuesto, elaborado durante tres años, y les ofreció como “única alternativa” hablar de pactos “que se alejan de la realidad que necesita mejorar el colectivo”.
Por su parte, la Consejería señala que los representantes de los MIR se sentaron a negociar habiendo registrado previamente convocatoria de huelga a partir de día 13 de julio, «vulnerando claramente la buena voluntad de las partes que ha de guiar cualquier negociación y demostrando su falta de interés para acordar y evitar el conflicto».
La Asociación para la Defensa de la Sanidad Pública (ADSP) respalda esta protesta y lamenta la situación de los residentes que en muchos casos son obligados a trabajar en hospitales sin libranza tras guardias de 24 horas y atender pacientes con limitada o nula supervisión de un médico adjunto. Además los médicos residentes de Madrid son los segundos peor pagados, sólo por detrás de las Islas Canarias.
La semana pasada Amyts anunció que emprendería acciones judiciales contra unos servicios mínimos que ve «abusivos, históricos y unilaterales». Diego Boianelli, presidente del Comité de Huelga MIR, denunció que: «En vez de convocarnos para negociar y resolver el conflicto, lo hacen para imponernos estos servicios mínimos que nunca han tenido los residentes en Madrid, porque somos personal no estructural, y se supone que los hospitales deberían funcionar sin nosotros. Lo único que están demostrando es que quieren aplastar la huelga como sea y una nula voluntad de negociar o escucharnos a los residentes».
Amyts coincide en que los residentes no son personal estructural, sino personal en formación y «por lo tanto, no pueden ser objeto de servicios mínimos», como «así lo han marcado, en varias ocasiones, las sentencias judiciales sobre esta cuestión».