La sede de la Asociación de la Prensa vuelve a abrir sus puertas para la atención al público
El colectivo profesional, que ha mantenido su actividad de forma telemática durante el estado de alarma, abrirá tres días a la semana a partir del próximo lunes, con posibilidad de cita previa
La Asociación de la Prensa de Málaga (APM) volverá a abrir su sede de calle Panaderos para la atención al público a partir del próximo lunes 22 de junio, tras haber permanecido cerrada más de tres meses como consecuencia de la declaración del estado de alarma. La reapertura se realizará de forma gradual y con las medidas de seguridad recomendadas por las autoridades sanitarias.
La sede de la APM abrirá tres días a la semana: Lunes y jueves, de 10 a 14 horas y martes, de 17 a 19 horas, con la posibilidad de solicitar cita previa para evitar esperas, a través de la dirección de correo electrónico [email protected] o de los teléfonos 952 229 195 y 649 753 607.
El estado de alarma decretado por el Gobierno el pasado 14 de marzo para frenar la expansión de la COVID-19 obligó a cerrar las instalaciones y aplazar los actos presenciales previstos. A pesar de ello, la actividad no ha cesado ni la atención a las asociadas y asociados, que se ha realizado durante estos meses de forma telemática. Solo se ha abierto puntualmente en dos ocasiones para repartir 10.000 mascarillas entre los compañeros de profesión facilitadas por la Subdelegación del Gobierno.
La Junta Directiva ha seguido trabajando y adaptándose a las nuevas demandas del sector durante este tiempo. Por un lado, incorporando nuevos servicios como la formación online, con gran éxito de participación. Por otro, modernizando su imagen con una web mucho más visual y atractiva que incluye la inscripción online al colectivo y un renovado boletín de noticias.
También se han adoptado medidas económicas de apoyo a los asociados desde el inicio del estado de alarma. Con carácter extraordinario, se ha reducido la cuota para los profesionales afectados por Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) o que han visto mermados considerablemente sus ingresos como autónomos y fotorreporteros freelances.