Con el país confinado en casa para frenar el coronavirus y la economía funcionando a medio gas, con los ERTE’s y los primeros síntomas de una crisis económica que amenaza con ser tan dura o más que la de 2008, tocaba tomar el pulso a la opinión pública sobre su posicionamiento frente a la política económica del Gobierno y sobre las medidas a adoptar para enfrentar la nueva crisis.
Las familias: disminución de ingresos y precariedad
Empezando por el grado de afectación económica personal derivado del coronavirus. La distribución, dentro del margen de error de la encuesta, es prácticamente simétrica. Casi la mitad de los españoles, un 47%, afirma haber disminuido sus ingresos como consecuencia del virus, frente a un 49% que afirma que no haber sufrido merma alguna.
Entre los que se han visto afectados, la media de reducción de ingresos se sitúa en el 45%. Así, casi la mitad de la población ha sufrido impacto económico directo y ha visto reducidos sus ingresos a algo más de la mitad de los disponibles antes de la pandemia. Las consecuencias económicas son evidentes, con una disminución en la capacidad de compra cercana al 50%, la política económica del Gobierno para reactivar la economía y recuperar el nivel de ingresos será fundamental. El mercado está en shock y necesitará de un empuje
El grado de afectación apunta algunas diferencias por razón de edad. Así el mayor impacto lo sufren los jóvenes entre 18 y 34 años, cuyos ingresos habrían disminuido un 47% de media, seguidos de cerca por los que se sitúan entre los 35 y 49 años y 50 y 64 años, con reducción de ingresos del 45% y el 43% respectivamente. Los mayores de 65 años señalan impactos ligeramente menores, con reducciones del 40% en los ingresos.
Las diferencias más evidentes respecto a esta cuestión se dan en el mundo del trabajo. Si los asalariados fijos acusan una reducción media de ingresos del 38%, los temporales ven reducidos sus ingresos hasta en 10 puntos más, llegando al 48% de recorte. Respecto a autónomos y empresas, el impacto es mucho más acusado, con una caída media de los ingresos en torno al 57% – 58%. Los datos evidencian que temporalidad en el empleo y precariedad van de la mano y se agudizan en tiempos de crisis.
El Gobierno debería prestar especial atención al colectivo de trabajadores temporales, en auge tras años de reformas laborales que han desregularizado, temporalizado y precarizado el empleo. Y no menos importante, al de los autónomos y pequeñas empresas que durante la pandemia están ingresando 4 € por cada 10 € que ingresaban antes de ésta.
(fundacionenaccion.org)