“Ese médico español es Fernando Simón”, así comienza el hilo de Twitter en el que el usuario Lucio Martínez Pereda (@anluma99) relata la experiencia del epidemiólogo español, director desde 2012 del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad, que se ha hecho famoso por ser el encargado de comunicar diariamente los datos de contagios, fallecidos y pacientes recuperados por el COVID-19.
El tuitero Martínez Pereda, que se define como “profesor e historiador” en su biografía de Twitter, cuenta que, en noviembre de 1991, en Burundi, el médico Simón estaba trabajando de voluntario en el norte de Burundi, entonces un país convertido en el escenario de una guerra civil entre las dos etnias principales burundesas, los hutus y los tutsis, que costó la vida a más de 250.000 personas.
En la ciudad de Ntita, al norte de un Burundi en guerra, el doctor Simón necesita un medicamento que sólo puede obtener cruzando el país hasta Bujumbura, la entonces capital política, situada a unas cinco horas en coche, por malas carreteras, de la ciudad de Ntita donde estaba la vida de un paciente dependía de un fármaco. Saltándose el toque de queda instaurado en un país en guerra, el médico español es tiroteado, pero las balas dan contra el todo terreno donde viajaba y no contra su propio cuerpo. En otro tramo del viaje, los militares le roban el dinero que lleva en mano para comprar los medicamentos. Finalmente consigue llegar después de la odisea. Fernando Simón atendía cada día a 120 pacientes y a 60 hospitalizados de un centro médico y, paralelamente, “desarrolla un programa de formación en salud pública” para lo que se hace cómplice de los profesores de cien pequeñas localidades de la zona, los forma y éstos se convierten en agentes sanitarios de la comunidad en prevención.
Campaña de desprestigio
Según el autor esta biografía, el tuitero Martínez Pereda, esta pequeña sipnosis del médico zaragozano explica la “gigantesca campaña propagandística realizada por la derecha” contra el doctor Simón. En el fondo, afirma el tuitero, “es una campaña de desprestigio contra los valores éticos que sostienen la sanidad pública”. “Es también una campaña contra los valores éticos que sirven de sostén para la medicina pública, la salud igual para todos, la salud puesta al servicio de la ciudadanía y no al servicio del interés económico”, añade el profesor Martínez Pereda, admirador del epidemiólogo.
(Tomado de: laultimahora.info)
"ESE MÉDICO ESPAÑOL ES FERNANDO SIMÓN"
Noviembre de 1991 en Burundi.
El Partido para la Liberación del Pueblo Hutu ataca Bujumbura .Mueren centenares de personas. Al norte del país, en Ntita, un médico necesita medicamento que solo puede obtener en Bujumbura. pic.twitter.com/n1dbd4dw3J— Lucio Martínez Pereda (@anluma99) May 8, 2020