La decisión de invertir 600.000€ de dinero público nos parece una indecente muestra de populismo, además de una falta de respeto a toda la ciudadanía y una irresponsabilidad.
Acaba de publicarse -junto a la mala noticia de que no pasamos a fase 1 en Málaga, que el Ayuntamiento de nuestra ciudad ha comenzado el procedimiento para la licitación de los espectáculos para la Feria de Agosto de este año.
A pesar de que el resto de las ciudades españolas están tomando medidas contrarias, y de que toda la evidencia científica apunta a que celebrar una fiesta con tal concentración de personas durante el mes de agosto en Málaga sería una gravísima irresponsabilidad, y a pesar de que muchas familias malagueñas se encuentran en estos momentos en una intolerable situación de precariedad y necesitan ayuda inmediata, nuestra Concejala de Fiestas pretende gastarse el dinero de la ciudadanía malagueña en la preparación de un evento que nunca podrá llevarse a cabo.
Desde Verdes Málaga Equo consideramos esa decisión una tremenda falta de
respeto, no solo a las víctimas de esta pandemia, sino a toda la ciudadanía. Y por ese motivo no podemos sino expresar nuestro más rotundo rechazo ante esa demostración de insensatez, que solo servirá para decepcionarnos cuando llegue el momento.
Porque todo el mundo en Málaga quiere celebrar la Feria, pero que nuestros representantes políticos monten este teatrillo que quedará en nada, nos parece una tomadura de pelo. Además de ser siempre un motivo de alegría, sabemos que la Feria es uno de los motores económicos de nuestra ciudad. Pero celebrar la Feria pensando que eso nos permitiría recuperarnos económicamente es la receta del fracaso más absoluto pues implicaría un repunte del coronavirus, de terribles consecuencias a nivel personal y económico.
Desde el ecologismo político siempre hemos defendido que las personas deben ir
primero, por delante de abstractos criterios económicos planteados quizá sin pensarse
bien, y en todo caso nunca pensando en el bien común, porque la economía (y esto lo
sabe cualquier economista) debe estar siempre al servicio de las personas. Además, es
obvio -y a nadie se le escapa- que la Feria no se celebrará, y que este movimiento de
nuestra Concejala de Fiestas, solo tendrá un resultado: derrochar -¿en beneficio de quién?- un dinero que debería emplearse urgentemente en preparar a la ciudad para resistir esta pandemia, adaptando las calles para su peatonalización en aquellas zonas donde sea necesaria a fin de garantizar la distancia social, disminuyendo los niveles de contaminación del tráfico motorizado (factor agravante en la transmisión y el daño de la COVID-19).
Es un imperativo no solo moral sino también económico, que empleemos todos los recursos disponibles de nuestra corporación en mejorar las difíciles condiciones de vida de un importante sector de población que actualmente se encuentra en riesgo de exclusión social porque han perdido sus trabajos. Porque aunque nos parezca increíble tener que recordarlo, sin personas no hay economía.
Queremos una ciudad más habitable (con más arbolado donde poder pasear, para no concentrarnos por las pocas zonas de sombra), una ciudad donde poder cuidarnos y recuperarnos para de verdad salir de esta más fuertes. No queremos políticos que sigan jugando a beneficiar a unos pocos, que no piensen en el bien común, que no afronten esta dura situación con la debida responsabilidad.
Y por todo lo expuesto hasta aquí, consideramos que la Sra. Teresa Porras debería dimitir inmediatamente y el equipo de Gobierno reconsiderar sus políticas para verdaderamente remar todos juntos en la misma dirección.