La pandemia del COVID 19
Desgraciadamente, todo el mundo a estas alturas conoce el virus llamado COVID 19 o más genéricamente coronavirus. La aparición y expansión del mismo a nivel planetario y las durísimas consecuencias que tiene en caso de no tomar medidas sobre la misma provoca que, en mayor o menor medida, todos los países hayan tenido que realizar actos para proteger a la población en la medida de lo posible.
Estas medidas están teniendo consecuencias durísimas sobre la economía de cada uno de los países afectados en forma de cierres temporales de empresas, y afectando a sectores completos de su economía hasta puntos que todavía están por descubrir en el futuro. Afortunadamente, en las últimas décadas, se han podido dar pasos hacia un modelo de trabajo en el cual es posible su realización en algunos de los casos desde los propios hogares de los trabajadores.
La cuarta revolución industrial
A lo largo de la historia han ocurrido una serie de procesos conocidos como revoluciones industriales, enfocadas en diferentes puntos cada una de ellas. La primera ocurrió durante décadas entre mediados del siglo XVIII y principios del XIX y estuvo basada en la aparición y popularización de la máquina de vapor, con las ventajas que aportaba a la industrialización. Entre finales del siglo XIX y principios del XX ocurrió la segunda, con la aparición de la electricidad, el teléfono y el motor de combustión interna. La tercera llegó unas décadas después con el surgimiento de toda la interconexión a través de Internet y las oportunidades que ello ha abierto, como pueden ser empresas dedicadas al mantenimiento informático.
La cuarta y última de estas revoluciones es la llamada industria 4.0, que está basada por completo en la tercera, llamada revolución digital. Esta cuarta, que se puede considerar una iteración sobre la anterior está basada en todo lo que aportan las nuevas tecnologías sobre varios campos, algunos de ellos nuevos como la nanotecnología o la inteligencia artificial o renovaciones de algunas ya existentes, como puede ser la adaptación de la impresión a poder crear objetos en tres dimensiones.
El teletrabajo
Uno de los puntos destacados de esta cuarta revolución, y todavía acrecentada más por la aparición de esta crisis del COVID 19 con las limitaciones al desplazamiento que llevan las medidas aplicadas contra el mismo, es la irrupción del teletrabajo como método de trabajo de masas. El teletrabajo permite a los trabajadores continuar realizando sus labores desde su propio hogar sin perder productividad y sin perder su aportación a la empresa como si se tratara de un día laboral normal.
Este modo de trabajo tiene una serie de requisitos para las empresas y los trabajadores, comenzando por tener que tener sistemas confiables y mantenidos por personal especializado y capacitado para realizar ese trabajo, como podría ser, por citar un ejemplo, GRUPO LINKA. Para los trabajadores también se aplicarán una serie de requisitos de concentración y responsabilidad, tanto en el uso de las tecnologías proporcionadas como en sus relaciones y desempeño laboral.
Las necesidades
Para adecuarse a esta nueva realidad, las empresas tienen que realizar una serie de adaptaciones, para lo cual sería importante que realizaran búsquedas para la contratación de esas empresas encargadas de realizar esos trabajos basándose en que sean partners de empresas de reconocido prestigio en el mundillo, como podría ser el ejemplo de buscar un partner Fortinet.
También sería necesaria dentro de estas modificaciones a realizar, lógicamente, la contratación de un firewall capacitado para proporcionar a la empresa y a sus trabajadores con la seguridad necesaria, un firewall Fortinet podría hacer ese trabajo sin ningún tipo de dudas. Estos serían dos de los puntos a tener en cuenta por la parte correspondiente a la empresa, pero no es la única que tendrá que tomar medidas al respecto.
Los trabajadores de la empresa también tendrán que realizar y tener en cuenta una serie de acciones y comportamientos para garantizar que todo sigue funcionando del mismo modo que si estuviera trabajando presencialmente en la oficina. La primera y más importante de estas medidas es, sin lugar a duda, la responsabilidad. El trabajador tiene que tener en cuenta que, aunque esté presencialmente en su casa y no en la oficina, debe continuar trabajando del mismo modo que si se encontrara en ella.
Otro punto muy importante a tener en cuenta por el propio trabajador es el de que, además de tener que ser responsable, el trabajador tiene que ser capaz de separar los momentos de trabajo de los de ocio en caso de no ser capaz de separar espacios físicos, y, en caso de poder hacerlo, separar las zonas en las que realizamos unos y otros momentos. Esto es un punto muy importante para que lo tengan en cuenta los trabajadores para su propia salud mental y, por consecuencia, también física.