Ahora más que nunca somos conscientes de la importancia de cuidar a nuestros mayores. Muchas personas de avanzada edad viven solas en sus casas o con otras personas vulnerables y necesitan de la ayuda de profesionales que se encarguen de su bienestar. Esta situación tiene mucho peso en nuestro país, teniendo en cuenta que alrededor de un 25% de la población son personas octogenarias.
Las tareas del día a día, la vida ajetreada que llevamos y los extensos horarios laborales impiden en ocasiones a las familias hacerse cargo de sus mayores. Si estos viven en sus propias casas terminan por pasar mucho tiempo solos descuidando tareas básicas para su salud y para su higiene. España es un país envejecido donde esta tarea de cuidado de mayores se hace imprescindible.
Muchos mayores prefieren vivir solos para no generar ninguna molestia a sus familiares o simplemente porque eligen quedarse en un entorno conocido para ellos. Para ellos, su independencia es un valor importante y no hay por qué negársela. Sin embargo, en el desarrollo normal de los días una tarea sencilla para una persona joven se hace pesada para alguien mayor, con alguna enfermedad, dependientes o con problemas de movilidad. Ahí entra la tarea de los cuidadores de personas mayores, profesionales que prestan un servicio total o parcial para garantizar el acompañamiento y bienestar de estos familiares que necesitan atención.
Personal de ayuda a domicilio: cualificación y experiencia
Las empresas de cuidado de personas mayores cuentan con personal cualificado contratados a través de exhaustivos procesos de selección. Son plenamente conscientes de la delicada tarea que se les encomienda y que, al fin y al cabo, están al cargo de familiares de otras personas por lo que la responsabilidad es total. Sus currículum son variados pues se ajustan a las necesidades de los usuarios pero los equipos están formados en sectores como enfermería, geriatría o auxiliar de clínica, entre otros.
Son profesionales con experiencia en prestar ayuda a domicilio y en distintas dolencias y enfermedades que puedan padecer las personas que visitan. Las más habituales son alzheimer, parkinson, diferentes grados de invalidez o problemas de movilidad. Pero también pueden hacer curas si la persona en cuestión está inmersa en un periodo de post-operatorio y necesita llevar un seguimiento de su avance. También trabajan para personas con dependencia total.
Pero los aspectos profesionales no son los únicos que se valoran en este tipo de trabajo, también es fundamental la calidad humana. Una persona afable, paciente, cariñosa y con capacidad de reacción es una profesional con aptitudes para este trabajo.
Servicios especializados en el cuidado de ancianos
Acompañamiento: Es el servicio más básico pero también fundamental para que la persona sienta que no está sola. La recuperación y el bienestar de los pacientes mejora con su estado de ánimo. Sentirse protegidos y acompañados aumenta su autoestima y su humor. El acompañamiento se realiza en el propio domicilio pero también consiste en acudir con ellos a visitas médicas, rehabilitación e incluso paseos por la calle.
Aseo: Muchas de las personas dependientes o con movilidad reducida tienen problemas para realizar sus funciones básicas de aseo personal diarias. El servicio de ayuda en domicilio trabaja para que la higiene del paciente sea la adecuada evitando así posibles problemas de salud. Hablamos del baño, el cambio de ropa o de pañal, el cuidado de la piel, del pelo, la prevención de úlceras que aparecen cuando el anciano pasa mucho tiempo en la misma posición, etc. Hay que tener en cuenta que muchas personas mayores no se mueven de la cama por lo que se procederá al baño in situ, cuando no se pueda mover a la ducha. Los profesionales cualificados tienen especial cuidado a la hora de mover al paciente, evitando cualquier lesión. La movilización del enfermo consiste es trasladarlo de un lugar a otro o modificar su posición con sumo cuidado, levantándolo siguiendo técnicas concretas que no todo el mundo puede llevar a cabo.
Alimentación: Dentro de este servicio se incluye la compra, la preparación de comidas y la ayuda en su ingesta, además de la preparación o administración de algún tipo de medicamento. Las personas ancianas o con algún tipo de enfermedad pueden requerir dietas específicas. La elaboración de comidas se personaliza dependiendo de las necesidades de cada persona mayor.
Labores del hogar: Cuando nos referíamos a la higiene debemos hacerla extensiva al entorno en el que se mueve la persona mayor. Su hogar debe ser un espacio limpio y muchas familias requieren este tipo de servicios que suponen un esfuerzo que su familiar no puede realizar. Nos referimos a tareas como la limpieza general, hacer camas, planchar, lavar, tender…
Los servicios de un cuidador pueden ser totales o por horas, siempre teniendo en cuenta del grado de dependencia y de necesidad de acompañamiento de cada anciano.