Las empresas que eluden impuestos, que pagan dividendos y que recompran acciones propias no serán receptoras de las ayudas destinadas a luchar contra el COVID-19 por el Gobierno de Dinamarca, que se niega a permitir que las empresas registradas en paraísos fiscales extraterritoriales accedan a la ayuda financiera de sus paquetes de rescate por el coronavirus.
El Gobierno danés ha extendido su programa de rescate a empresas y trabajadores y ha añadido nuevas medidas para aumentar el gasto en unos 100.000 millones de coronas (15.000 millones de euros) hasta el mes de julio, según el Ministerio de Finanzas, pero ha hecho hincapié en que las empresas con sede en paraísos fiscales ya no estarán incluidas. «Las empresas que deseen ser indemnizadas tras la ampliación de los planes de rescate deben pagar los impuestos a los que están sujetas en virtud de los acuerdos internacionales y las normas nacionales», recoge el comunicado hecho público por el Gobierno danés.
Dinamarca se suma así a este tipo de medidas que también han sido adoptadas por el gobierno de Polonia, que el pasado ocho de abril decidió no dar acceso a los 5.500 millones de euros a aquellas empresas que no paguen sus impuestos al fisco polaco. Así lo comunicaba Mateusz Morawiecki, su primer ministro, que aseguró que había que poner fin a los paraísos fiscales: «Son la pesadilla de las economías modernas».