Es el caso de Arana Monzón Fernandez, que algún día no muy lejano, cuando vea este reportaje y su madre Pilar, le cuente cómo y en qué momento sucedió su nacimiento seguro que será enormemente feliz por comprender la lucha de sus padres, para que ella viniese al mundo en circunstancias tan excepcionales.
Malagaldia charla con su mamá, Pilar Fernández, primeriza, nos dice que «todo era muy raro, tener que ir a los Centros de Salud con mascarillas, guantes, ver como los médicos no te podían tocar para nada, todo un poco surrealista y sumamente estresante, porque desde el primer momento, alrededor de mitad del mes de marzo, la Seguridad Social dejó, de hacer pruebas ecográficas. Por suerte tuve la opción de poder dar a luz en un hospital privado, siguiendo los consejos de mi médico decidí ir al Parque San Antonio».
«También en la privada -continúa Pilar- , las cosas se complicaban y no pudieron hacerme la última ecografía, pero llegó el momento del parto y aunque me hicieron cesarea, tuve la gran suerte de que mi esposo pudo estar a mi lado en todo momento, eso sí con guantes, mascarilla, bata, y a una distancia de más de dos metros, y finalmente todo salió muy bien».
«Fueron momentos muy emocionantes los vividos por los dos al ver nacer a nuestra primera hija, a los tres días me dieron el alta y desde entonces estamos en cuarentena en nuestra casa en Palma Palmilla». Pilar Fernández nos dice que la niña está muy bien y que progresa estupendamente.
Lo que les apena es que tanto los familiares como todos los vecinos están deseando poder tener entre sus brazos a la pequeña Arana Monzón Fernandez, pero esto de momento es imposible y se tienen que conformar con verla a través de videollamadas. Esto es lo que nos ha tocado vivir a todos en estos tiempos convulsos.
«Ha sido una experiencia única, pero a su vez muy rara por las circunstancias que estamos pasando, pero la verdad es que lo estamos llevando muy bien, quizás lo que mas eche de menos es el poder darme un paseo por la barriada tomando el sol con mi hija -continua Pilar-, pero es algo de menor importancia comparado con la alegría de tenerla en este mundo con nosotros. Ya habrá tiempo de poder celebrar su nacimiento con familia y amigos y disfrutar de su presencia.»
Para terminan, Pilar nos dice que tendrá que contarle muchas cosas a Arana sobre las experiencias de esta pandemia que nos ha pillado a todos desprevenidos y por la que estamos confinados ya durante un mes. Cuando Arana vaya creciendo sus padres le contarán muchas cosas, y sobre todo, como en mitad de esta pandemia que nos está cambiando la vida, ella es una bendición, una luz y una esperanza sin límites.
Desde malagaldia felicitamos a la preciosa Arana, a sus padres y a toda su familia y amigos y nos alegramos de que nos hayan permitido la elaboración de este reportaje que hemos realizado con tanto cariño.