La necesidad de una planta propia de gestión de residuos en la comarca de la Axarquía se hace cada vez más evidente, a tenor de los gastos que está generando este concepto en los ayuntamientos de la zona y el aumento de residuos y de población que tienen estos municipios a lo largo del año.
Los trayectos de camiones de residuos de los municipios axárquicos hasta el Complejo Medioambiental de Valsequillo (Antequera) suponen más de un millón de kilómetros al año.
La generación de residuos de localidades con gran tránsito de población como Vélez-Málaga, Nerja, Torrox o Algarrobo harían rentable una planta propia en la comarca en no más de cinco años.
El Consorcio de Residuos Sólidos Urbanos de la Diputación Provincial cobra a los ayuntamientos por diferentes partidas unas cuantías que empiezan a hacerse insostenibles, para una zona que llega a albergar más de 550.000 habitantes en la época estival.
La necesidad de una planta propia de gestión de residuos en la comarca de la Axarquía se hace cada vez más evidente, a tenor de los gastos que está generando este concepto en los ayuntamientos de la zona y el aumento de residuos y de población que tienen estos municipios a lo largo del año.
Según empresarios del sector y otros segmentos económicos en la Axarquía, solo en materia de transporte, el coste de desplazar los residuos desde la planta de compactado de Vélez Málaga, hasta el Complejo Medioambiental de Valsequillo, donde se seleccionan y, en su caso, se destruyen, equivaldría a un ahorro de más de 2,5 millones de euros al año. Suponiendo una media de reducción de costes de 78.000 euros en cada uno de los 31 municipios de la Axarquía. Esto repercute en una disminución de los impuestos municipales en 11,40 euros al año por ciudadano.
Así lo corrobora también el profesor del Área de Economía Aplicada de la Universidad de Málaga, José Luis Iranzo, en un estudio científico que está trabajando, según la estimación de los residuos generados en la comarca y otros indicadores socioeconómicos, como la evolución de la población inscrita en el padrón municipal, plazas de establecimientos hoteleros y número de empresas instaladas en la comarca. “La generación de residuos en localidades que cuentan con importantes volúmenes de población, tanto estable (empadronada), como de tránsito (turistas que pernoctan), harían rentable una planta propia en la comarca de la Axarquía, en no más de cinco años, mejorando los indicadores a nivel económico, medioambiental y laboral (por la generación de empleos directos e indirectos por la construcción y explotación de las instalaciones).
El estudio reflejará los datos de carga de trabajo que tendría una planta de tratamiento de residuos propia en la comarca de la Axarquía y las diferentes líneas de acción para mejorar la actual gestión de residuos en estos municipios.
Y es que según datos de los ayuntamientos de los últimos años, estos desplazamientos de los residuos alcanzan en un ejercicio más de un millón de kilómetros. El coste de este desplazamiento, facturado por el Consorcio de Residuos Sólidos Urbanos de la Diputación Provincial de Málaga, es de 2,5 millones de euros, según tarifas oficiales del Consorcio de Residuos Sólidos Urbanos en 2019. El ahorro sería sustancial.
Sobre todo para ayuntamientos como Vélez-Málaga, Algarrobo, Torrox, Rincón de la Victoria o Nerja, que generan el 85% de los residuos de la comarca, que multiplican su población casi por dos en época estival y que ya soportan altas deudas financieras por otros conceptos. «Con lo que un ahorro tan sustancial en una materia tan ineludible en la gestión municipal, sería vital para los presupuestos venideros. En Vélez, sólo en transporte nos ahorraríamos más de un millón de euros», confirman miembros de su ayuntamiento.
El Consorcio de Residuos Sólidos Urbanos de la Diputación Provincia cobra a los ayuntamientos de la comarca de la Axarquía por una serie de partidas, que se podrían ahorrar de contar con unas instalaciones propias para la gestión integral de sus residuos.
Fuentes del propio consorcio aseguran que el transporte es la partida más costosa en la gestión integral de residuos de la provincia. Mientras que los ayuntamientos afectados afirman que, con una planta propia, se mejoraría el servicio, se podrían añadir nuevas líneas de filtrado y selección de residuos para reutilización (poda -muy importante en la zona por los cultivos de aguacate y mango- lodos, electrodomésticos, residuos agrícolas no peligrosos, etc…
Y, sobre todo, ahorrar costes y emisiones de CO2 a la atmósfera. Este transporte también supone una carga importante de contaminación. Las estimaciones municipales más benévolas es que estos camiones emiten más de 10,5 toneladas al año de dióxido de carbono por vehículo, algo a evitar con una planta propia de tratamiento en la Axarquía y que es de obligado estudio cuando se plantean cuestiones medioambientales y de sostenibilidad en plena época de cambio climático.
En esta materia se exige un trabajo de planificación a largo plazo, al menos para los próximos 30 años, con lo que la capacidad de rentabilizar y dar viabilidad a una planta propia en la Axarquía con menos coste económico y medioambiental gana enteros con cada informe, presupuesto y estimación.
Además de lo contundente de estos datos, la vida de las plantas de tratamiento de la provincia no se podrán extender más de una década. Es el caso de la mencionada de Valsequillo, la principal de la provincia, que apenas llegará a 2025, al no poder habilitar más vasos de desechos y seguir siendo muy alto el volumen de residuos que han de ser destruidos en dicho complejo sin poder ser reutilizados, más del 50%.