Izquierda Unida celebra el próximo 8 de febrero su asamblea provincial de balance y presentación del plan de trabajo para el año que acaba de comenzar, en un momento crucial en el espacio interno y externo de la coalición.
En el proceso que se pone ahora en marcha participan más 60 asambleas y las seis coordinadoras comarcales. Según ha puesto de manifiesto hoy en rueda de prensa el coordinador provincial, Guzmán Ahumada, es de suma importancia la opinión y propuestas que vengan de los territorios, ya que la salud de la Coordinadora Provincial de IU (máximo órgano de dirección entre asambleas) tiene “mucho que ver con cómo se encuentren las asambleas locales” y el balance del día 8 no es sólo del ejecutivo provincial, “sino del conjunto organizativo”.
Esta asamblea anual (en la que participan 150 delegados) se celebra en un momento crucial, tanto en lo interno como en lo externo. En lo primero porque IU está a las puertas de un proceso andaluz y federal y en lo externo porque los próximos dos años son importantes para establecer las líneas y el modelo que se desarrollará en los ámbitos locales, autonómico y nacional. Sobre el local, el líder de IU señala que en este tiempo se deben establecer cuáles serán las líneas que marquen el trabajo de forma coordinada, “teniendo en cuenta que hay que construir un modelo de ciudad y municipios que también sirva para ampliar nuestras alianzas con quienes comparten el mismo modelo de municipalismo”.
En los ámbitos andaluz y nacional, el también parlamentario de Adelante Andalucía por Málaga ha destacado la importancia de saber el camino a recorrer en Izquierda Unida, prestando mucha atención en que la coalición “tiene dentro de los espacios de unidad la mayor expresión territorial de los proyectos que compartimos”.
El dirigente político ha señalado que la única alternativa actual en Andalucía es la de esta izquierda, ya que el gobierno “de las tres derechas” ha demostrado que un cambio de políticos no supone uno en la situación andaluza, “sino que hay que cambiar de políticas y de ahí enmana la importancia que tiene en su conjunto las asambleas y estructuras organizativas de IU para dar una respuesta alternativa”.
También entiende que este es un “año crucial” en el ámbito de federal porque los partidos de derecha van a dedicar sus fuerzas “a oponerse a todos los avances que haga el gobierno, trasladando su oposición desde Andalucía al Estado”. El papel de la provincia en todo ello es doble, señala Ahumada, porque, por un lado es necesario coordinar la respuesta a esos ataques “de la oposición rancia”, pero, por otro porque desde abajo hay que empujar al nuevo ejecutivo trasladando las iniciativas malagueñas para que la provincia “siga en la agenda, no sólo de Congreso, como ha ocurrido hasta ahora, sino también en el Gobierno”. En ese sentido, ha anunciado que el coordinador general y flamante ministro, Alberto Garzón, le ha trasladado el mandato de que la dirección provincial sirva de “de correa de transmisión de las demandas de las diferentes localidades y territorios de la provincia”.