Adelante Málaga ha registrado hoy una batería de 50 enmiendas por valor de 72,6 millones de euros englobadas en nueve planes de actuación para transformar el presupuesto “ineficiente y disfuncional del equipo de gobierno del PP y Cs en unas cuentas que den solución a las principales necesidades de la ciudad y la ciudadanía de Málaga: combatir el desempleo, avanzar en políticas sociales y de vivienda, afrontar los desafíos ambientales y comenzar a saldar la deuda de inversiones pendientes desde hace años con los barrios”, explica el concejal y representante de Adelante en la Comisión de Economía y Hacienda, Nicolás Sguiglia.
De forma gráfica, el edil de Adelante considera que “PP y Cs más bien parecen un turoperador que un equipo de gobierno, más preocupados en el marketing que en la transformación social, actúan como jugadores de ‘Monopoly’, dedicados a fantasear con grandes proyectos que luego no llevan a cabo, mientras siguen sin hacer realidad las necesidades de la ciudad”.
Las 50 enmiendas de Adelante se engloban en nueve planes específicos para atajar las principales necesidades de la ciudadanía malagueña. En el plano social, combina distintas iniciativas de intervención directa en favor de la gente como un Plan de Empleo, cuantificado en 7 millones, que incluye ayudas al pequeño comercio de los distritos. Un Plan de Vivienda, dotado con 15,9 millones, con medidas como la adquisición de 100 viviendas para el Parque Municipal de Viviendas en Alquiler. Un Plan de Derechos Sociales, con una dotación de 8 millones de euros, que cuenta con un aumento de 2 millones en las ayudas para situaciones de emergencia social y 4 millones para la creación de 5 nuevas Escuelas Infantiles Municipales para menores de 0 a 3 años. También se recoge un Plan de Igualdad, por valor de 2,5 millones de euros.
En el apartado de sostenibilidad ambiental, Adelante engloba un Plan de Emergencia Climática con una batería de medidas cuantificadas en 17,3 millones, entre las que destacan la construcción de 30 kilómetros de carriles bici, la creación de aparcamientos disuasorios, un ambicioso plan de reforestación urbana y la gratuidad de los menores de 16 años en la red pública de transportes de la EMT.
La confluencia de Podemos e Izquierda Unida no se olvida de las barriadas malagueñas y en sus enmiendas tiene un capítulo importante para un Plan de Barrios de 6,6 millones, en el que destacan medidas para la infancia y el fomento de la accesibilidad universal. Al que hay que unir otros 5 millones de un Plan de Apoyo al Deporte Base, con inversiones en instalaciones y apoyo a los clubes, políticas reales en favor del deporte que practican las vecinas y vecinos de Málaga, frente a la propaganda de la capitalidad europea del deporte.
Las enmiendas de Adelante las completan un Plan de Seguridad, financiado con 8,6 millones, que recoge la contratación de 50 nuevos bomberos y policías locales, así como una mejora de la flota de los vehículos de extinción de incendios. Y un Plan de Apoyo a la Cultura Local, dotado de 1,6 millones que incluye, entre otras medidas, la adquisición de la antigua Casa Pedro de El Palo para la creación de un Museo de la Cultura Marenga y Centro Cultural.
El apartado de ingresos también ha sido objeto de las enmiendas de Adelante, que considera que se podrían recaudar hasta 40 millones de euros más solo mediante la aplicación del tipo diferenciado del IBI. Otras partidas que Sguiglia ha apuntado para la detracción de fondos para la implementación de los planes que propone en sus enmiendas son las de externalizaciones, trabajos y estudios técnicos o la drástica reducción de las partidas de publicidad y atenciones protocolarias. “Tenemos localizado hasta el último céntimo de los 72,6 millones de euros que se precisan para ejecutar los nueve planes transformadores que proponemos”.
Por su parte, el portavoz de Adelante Málaga, Eduardo Zorrilla, critica que “el gobierno de PP y Cs haya presentado los presupuestos con dos meses de retraso y sin diálogo alguno con los grupos políticos y pisoteando la participación de la ciudadanía, lo que supone un claro retroceso democrático. Las cuentas también se presentan faltas de territorialización y objetivos, por lo que no podemos saber cómo se van a plasmar en los barrios o cuál es la finalidad de los gastos e inversiones con fondos públicos”.