El Centro de cultura contemporánea de la Diputación de Málaga, La Térmica, ha presentado hoy la exposición fotográfica ‘La vida al pie del Caminito del Rey’, con fotografías de Manuel Vázquez Fernández, vecino de la barriada de El Chorro, que desde una edad temprana se interesó por la fotografía y empezó a captar a través de su cámara instantáneas de la vida cotidiana de la zona cuyos habitantes trabajaban en el mantenimiento de la línea de la Compañía de Ferrocarriles Andaluces y de la infraestructura de la Central Hidroeléctrica de El Chorro.
Manuel Vázquez considera que el principal motivo de esta exposición es su padre, “rendirle un homenaje a ese hombre sencillo en sus gustos, que hizo de la fotografía su pasión y supo captar la belleza del lugar”. “Este trabajo que hoy ve la luz es el fruto de un esfuerzo colectivo”, por lo que ha agradecido, además de al comisario Javier Ramírez, y a la Diputación de Málaga, a Mercedes Jiménez, a Adolfo Vergara, a su familia y los vecinos de El Chorro.
La muestra consta de 35 fotografías, 5 en formato mural, adaptadas a las características de la sala, y 30 en el formato 30 X 40 cm. Se incluyen también, en una vitrina instalada en el centro de la sala, otros materiales que contextualizan el trabajo fotográfico realizado por Manuel Vázquez: álbumes fotográficos, boletines de la Compañía Sevillana de Electricidad y algunas reproducciones de negativos en los distintos formatos realizados por el fotógrafo.
La historia al pie del Caminito
La muestra ‘La vida al pie del Caminito del Rey’ recoge una selección fotográfica del trabajo realizado por el fotógrafo amateur Manuel Vázquez Fernández a lo largo de su trayectoria vital en el enclave de El Chorro, en la provincia de Málaga, entre los años veinte y setenta del pasado siglo. El desempeño profesional de Manuel Vázquez vino ligado desde su niñez a la Central Hidroeléctrica de El Chorro, llegando a ser jefe mecánico de las instalaciones.
Después de las obras de los últimos años que permiten recorrerlo en toda su extensión, El Caminito del Rey se ha convertido en seña de identidad de la provincia de Málaga, referente paisajístico que supera el ámbito local hasta convertirse en lugar destacado de la geografía turística internacional.
“Su rehabilitación por parte de la Diputación de Málaga permitió que el paraje y su entorno se hayan convertido en uno de los más importantes recursos turísticos de la provincia de Málaga con 300.000 visitantes anuales y que además, ahora, aspira a ser declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco”, ha recordado el presidente de la Diputación.
Durante más de cinco décadas, la atenta mirada de Manuel Vázquez recorre el espacio de El Chorro, su cámara se hace testigo de la vida cotidiana de la factoría articulando, a modo de cuaderno de bitácora fotográfico una colección de instantáneas que dan detallada cuenta del ambiente que rodea la población del entorno del Caminito del Rey: trabajos de restauración y mantenimiento; incidencias meteorológicas como crecidas del río, aumento del nivel de los embalses, o nevadas en la zona; la impactante belleza del paisaje, la diversa tipología de la vivienda o los festejos de la zona.
Las fotografías que forman parte de la exposición se detraen de originales, negativos fotográficos en su mayoría, producidos por Manuel Vázquez, que han sido digitalizados para obtener copias impresas en alta calidad.
La exposición se inaugura al público hoy lunes 16 de diciembre a las 20.00 horas, y de forma previa, a las 19:00 horas, Javier Ramírez, doctor en Historia y comisario de la muestra, ofrecerá una conferencia introductoria sobre la misma. Se podrá visitar hasta el 20 de abril de 2020, de martes a domingo de 11.00 a 14.00 y de 17.00 a 21.00 horas. Los días 23, 24, 25, 30 y 31 de diciembre de 2019 y 1, 5 y 6 de enero de 2020 las exposiciones de La Térmica permanecerán cerrada al público.
Manuel Vázquez Fernández
Manuel Vázquez Fernández (Córdoba, 1908-1998), aunque nacido en Córdoba, se crió, vivió y trabajó en El Chorro. Allí, a la edad de 7 años, empezó a trabajar junto a su padre como aprendiz–mecánico en la Compañía Hidroeléctrica de El Chorro, llegando a ser jefe mecánico de la central, cargo en el que siguió hasta su jubilación.
