Francisco Salado ha agradecido el interés y el apoyo de la Junta de Andalucía por esta candidatura y ha destacado que está perfectamente avalada y atesora méritos suficientes para alcanzar con gran éxito el objetivo final de recibir el reconocimiento de la Unesco.
“Pero el premio más importante para nosotros -ha añadido- es el cariño y el orgullo que han mostrado los malagueños y los andaluces por este proyecto. El asombro y la admiración que ha suscitado en todo el mundo, con visitantes de todas las partes del Planeta. Y las más de 16.000 voces, una cifra que no para de crecer, que quieren que El Caminito y su entorno, dada su excepcionalidad, se conviertan en legado infinito para toda la humanidad”.
El presidente de la Diputación ha defendido que el entorno del Caminito del Rey representa el mejor resumen del inmenso patrimonio con el que cuenta la provincia, “y nuestra obligación como representantes públicos es ayudar a conservar, proteger y difundir este patrimonio, aunque es una labor en la que debemos implicar también a todas las entidades públicas y privadas y a la ciudadanía”.
Así mismo, se ha referido al Sitio de los Dólmenes de Antequera, el primer bien de la provincia que consiguió ser declarado Patrimonio de Mundial de la Unesco, indicando que “es el mejor espejo en el que mirarnos, que logró el apoyo e implicación de toda la provincia”.
Descripción de los siete hitos
Los siete hitos son: el Paraje Natural del Desfiladero de los Gaitanes, un entorno natural de gran valor ambiental, geomorfológico y paisajístico, lo que lo convierte en uno de los lugares más espectaculares de la provincia de Málaga; la Cueva de Ardales, un legado cultural y patrimonial del Paleolítico de primer nivel y un referente en el Sur de la Península Ibérica por los restos humanos, arqueológicos y artísticos que se han encontrado, considerada como una de las cunas del arte rupestre prehistórico; la necrópolis de Las Aguilillas, un yacimiento de siete estructuras funerarias excavadas a modo de cuevas en la roca, encuadradas cronológicamente entre el Calcolítico final y el Bronce inicial; y la iglesia rupestre de Bobastro, la ciudad de los mozárabes durante los siglos IX y X, excavada en la roca y heredera de las basílicas paleocristianas e hispanovisigodas.
Igualmente, se incluyen la estación de El Chorro, que conserva elementos originales como los depósitos metálicos que se usaban para el relleno de agua de las calderas de las locomotoras de vapor, así como los túneles y los viaductos, antiguamente metálicos y conocidos como ‘puentes de hierro’; la central y el salto hidroeléctrico de El Chorro, cuya ejecución fue todo un reto de la ingeniería española del siglo XX, así como las pasarelas del Caminito del Rey, que la Diputación de Málaga restauró que se reabrieron al público en marzo de 2015; y las presas de El Chorro/Conde del Guadalhorce y de Gaitanejo, obras de ingeniería de inicios del siglo XX que constituyen piezas excepcionales del patrimonio hidráulico de la provincia y que, además, son magníficos ejemplos de integración en el paraje en que se encuentran.
Material promocional
Durante el acto, se han presentado vídeos de los siete hitos y se ha contado con la participación de expertos que han defendido la excepcionalidad de cada uno de esos referentes culturales. Destaca, por ejemplo, un vídeo sobre la Cueva de Ardales que se ha realizado introduciendo en la cavidad, por primera vez, un dron.
Igualmente, se ha dado el conocer el material promocional que ha llevado a cabo la Diputación de Málaga para difundir la candidatura, como almanaques, salvamanteles, posavasos y pulseras, y las acciones para captar apoyos y adhesiones.
También, se han presentado algunas actuaciones que la institución provincial ya está programando para poner en valor los siete hitos, y durante los próximos años se llevarán a cabo actuaciones para realzarlos.
El proceso para la declaración de un bien como Patrimonio Mundial es largo y requiere diversos procedimientos. Tras el trabajo desarrollado por la Diputación de Málaga, será ahora la Junta de Andalucía la que defienda la candidatura ante el Consejo Nacional de Patrimonio Histórico, órgano de colaboración entre la Administración del Estado y las comunidades autónomas encargado de decidir si se incluye en una Lista Indicativa de bienes susceptibles de ser declarados Patrimonio Mundial.
A partir de ahí, corresponderá al Gobierno de España, a petición de la Comunidad Autónoma, presentar el borrador del expediente de candidatura ante el Centro de Patrimonio Mundial, que será el encargado de realizar la evaluación de la propuesta.