Los datos conocidos hasta la actualidad sitúan a Málaga como el destino preferido por los turistas que deciden visitar Andalucía. Y es que, son muchos los que eligen la provincia para pasar sus vacaciones, disfrutar del clima, de la enorme oferta cultural, de una gastronomía única, y como no, de eso que los de habla no hispana han venido a llamar specialty coffee y con lo que los malagueños crecen, sin darse cuenta que es algo exclusivo de su provincia.
Pero Málaga es mucho más que la preferida de entre las ocho provincias que componen Andalucía, siendo elegida también por un enorme número de españoles para vivir, y situándola en la octava posición de ciudades más pobladas de España, y en el segundo puesto si reducimos el círculo a la Comunidad Autónoma de Andalucía, siendo a la par la ciudad costera más grande y poblada del sur de España.
Y es que, esta hermosa ciudad que fue fundada por los fenicios allá por el S.VIII a.C. se transformó con el paso del tiempo en una próspera medina andalusí. Pero, además, Málaga destacó especialmente durante el S.XIX cuando su destacada actividad industrial y revolucionaria hizo que se convirtiera en la primera ciudad industrial de España, siendo también protagonista del boom turístico que se experimentó durante la década de los sesenta y setenta, algo que parece tener continuidad en la actualidad.
Los datos disponibles en la actualidad indican que cerca del 30% de los turistas que visitan Málaga pertenecen a la Unión Europea, excluyendo a España, y cerca de un 15% al resto del mundo, por lo que no es de extrañar que el specialty coffee haya cruzado fronteras.
No obstante, y para aquellos que no lo sepan conviene matizar que en Málaga disponen de una forma única de llamar a los cafés, en función de la proporción de café y leche que contengan, y que surgió tras la Guerra Civil y fue ideada por el fundador de una cafetería mítica en Málaga, el Café Central Málaga, que constituye una visita obligada para todo cuanto turista ponga sus pies en esta fantástica ciudad.
Y es que es sencillo acertar con el café deseado cuando se sabe de lo que se está hablando. Pero, ¿cómo elegir entre solo, largo, semilargo, solo corto, mitad, entrecorto, corto, sombra o nube si uno es completamente ajeno a esta denominación y a sus proporciones?
Pues muy sencillo, basta con echar un vistazo al enorme cartel aclaratorio que cuelga de sus paredes.