Tanto en el pasado como en la actualidad, la familia ha representado un núcleo fundamental en cualquier sociedad. Tanta es su importancia que imperios han caído por el derrumbe familiar y los conflictos entre parientes, entre otros factores.
No hay nada más sagrado que la unión que se forja por consanguinidad o voluntad propia. Sin embargo, a lo largo de la historia, el entorno familiar ha estado cargado de problemas e inconvenientes, muchos de los cuales trascienden el aspecto legal o jurídico.
A la hora de hacer frente a dichos conflictos se hace necesaria la intervención de un profesional del Derecho.
Razones por las que es imprescindible tener un abogado de familia
Cuando surgen diferencias o conflictos en la familia, los sentimientos pueden ser una barrera para su resolución. Sobre todo, cuando se trata de problemas relacionados con demanda de divorcio, custodia compartida de los hijos o herencias y testamentos. Lo ideal en la mayoría de estos casos es llegar a acuerdos amistosos que eviten más dolor.
Pero no siempre resulta de esta manera. Muchas veces los sentimientos heridos, la influencia de otros familiares, el temor a perder cierto derecho o propiedad, puede llevar a los involucrados a defender posturas personales, complicando aún más la situación. De hecho, existen casos de parejas o parientes que se agreden de forma verbal o incluso peor.
Cuando las diferencias son irreconciliables o ninguna de las partes están dispuestas a ceder, es importante contar con un letrado cualificado en materia de familia que actúe como mediador y defienda los derechos que puedan estar siendo vulnerados. En cualquier caso, siempre es mejor tener este tipo de asesoría especializada.
Encontrar el mejor abogado de familia también supone un reto. Para nadie es secreto que en este sector abundan los profesionales del Derecho. De ahí que algunas personas se encuentren en el dilema de cual escoger. Lo menos que desea alguien es ser asistido por un letrado que no domine la materia en cuestión.
No es lo mismo contar con un profesional generalista que uno experto en derecho de familia. Los resultados pueden ser determinantes inclusive en este aspecto. Por eso, lo más indicado en situaciones de este tipo, es ser asistido por un abogado de familia cualificado. En Internet existen muchos blog de abogados que pueden orientar al respecto.
Queda claro entonces que no se puede prescindir de los servicios de un abogado por más que algunos prefieran hacerlo, pensando que tal vez les resulte más fácil llegar a ciertos acuerdos o por evitar costes mayores. Lo cierto es que, este tipo de acciones, suelen complicar la resolución de posibles disputas familiares.
Está más que comprobado que en un tema en extremo sensible, hay que actuar de forma prudente, responsable, pacífica, a fin de solucionar de forma amistosa cualesquiera dificultades que puedan presentarse. Si bien algunos problemas de esta índole disuelven relaciones, sociedades o bienes, nunca eliminan por completo los lazos que se forman entre parientes.
En todo caso, un buen abogado de familia tiene toda la experiencia necesaria para afrontar con éxito cualquier conflicto de carácter legal o jurídico. Estos son algunos de los servicios en que se especializan:
- Procesos de separación y divorcio.
- Custodia compartida.
- Pensión de alimentos.
- Herencias y testamentos.
- Liquidaciones de gananciales.
- Régimen de visitas.
- Orden de alejamiento.
- Divorcio exprés.
- Separación de bienes.
En resumen, contar con un abogado de familia confiere tranquilidad, seguridad, confianza, cuando no queda otra salida que afrontar un proceso jurídico de esta índole. Es la persona que además de actuar como representante legal en determinado problema, interviene como mediador en los momentos más difíciles del proceso a fin de garantizar una salida favorable.
Qué se debe considerar al escoger un abogado de familia
Como ya se ha mencionado, el abogado de familia debe conocer con exactitud las leyes que aplican en el ámbito del derecho de familia. Y no solo eso. También debe estar actualizado con relación a las más recientes regulaciones o modificaciones que se hayan aprobado al respecto.
Solo así puede estar seguro un cliente que ha escogido al más indicado para atender su caso. Es el que después de todo, se encarga del proceso judicial que se vaya a iniciar. Al cliente solo le corresponde esperar y confiar. Así que, lo más recomendable es evaluar con detenimiento la selección del abogado.
Si bien es fundamental que el abogado conozca las leyes de familia, más importante es que sepa cómo proceder en determinada situación. Y, aunque cada caso es diferente, la experiencia que se adquiere al respecto, supone una gran ventaja en cualquier proceso judicial. La diferencia entre una solución favorable o desfavorable depende de ello.
El mejor abogado de familia se distingue también por ofrecer apoyo emocional de forma profesional. Sobrellevar problemas familiares no es fácil para nadie. Las emociones siempre están a flor de piel. Sin mencionar que en estas circunstancias el apoyo moral es asimismo fundamental. En efecto, un experto en Derecho de familia es una pieza clave en la sociedad.