A veces, la ansiedad se presenta en forma de un ataque repentino y aparentemente inexplicable: el motivo desencadenante, sin embargo, está oculto dentro de nosotros.
Te levantas por la mañana y, tan pronto como abres los ojos, lo sientes sobre ti, como un peso en el pecho y la percepción de algo desagradable. O estás cerca y te das cuenta de que tienes todos los músculos contraídos, como si estuvieras alerta por algo que podría atacarte. O de nuevo, te estás divirtiendo con amigos cuando una profunda inquietud, que viene de quién sabe dónde, entra en tus pensamientos, se apodera de tu estado de ánimo y arruina un ocio tranquilo y sereno. Tres situaciones clásicas, unidas por un elemento: la ansiedad llega sin una razón desencadenante. La ausencia de una causa obvia nos hace sentir muy incómodos, porque tenemos la sensación de que algo más grande y más fuerte que nosotros está sucediendo, que nos trasciende y que nos posee, sin que podamos intervenir. A veces tienes la sensación de tener un enemigo dentro de ti que perturba una vida que no es mala. Sin embargo, si se produce ansiedad, incluso de vez en cuando, hay una razón. ¿Qué? Aquí están los más comunes.
Las posibles causas de ansiedad.
- Energía no expresada: no nos damos cuenta, o no damos importancia al hecho de que una parte importante de nosotros (espiritual, sexual, creativa, juguetona, etc.) no está viviendo.
- Contexto de la vida: el cuerpo señala que el estilo y el contexto que estamos experimentando, en su totalidad, son íntimamente ajenos a su naturaleza.
- Adicción: existen causas evidentes de ansiedad, pero las conoce y cree que ya las ha aceptado, hasta que ya no las ve. Pero el inconsciente mira …
- Cansancio profundo: el cuerpo y la mente están desgastados, pero no debes detenerte. La ansiedad manifiesta el esfuerzo por mantener ese ritmo y la necesidad de detenerse.
- Estado de suspensión: crisis de pareja, amistades en el equilibrio, tensiones con los padres, cosas que no se dicen en el trabajo. Hay algo que aclarar, afirmar o concluir.
- Actitud aprendida: la ansiedad se aprendió de la familia de origen, muy aprensiva, y se convirtió en la principal forma de estar en la realidad.
Cosas que no hacer.
- Tomas medicamentos psiquiátricos para suprimir una ansiedad que quiere decirnos algo.
- Pensar que la ansiedad siempre es algo negativo.
- Hable sobre esto con todos y conviértalos en un tema de conversación.
- Comience a evitar ciertas situaciones por miedo a una crisis de ansiedad.
Y los que hacer
- Escucha la crisis: cuando llegue la ansiedad, presta atención a los pensamientos, sentimientos, imágenes o intuiciones que le llegan en este momento. Escríbelas, si puedes. En ellos hay algo importante y verdadero que puede guiarte.
- Realiza una investigación exhaustiva: con una breve psicoterapia (6-8 sesiones) puede concentrarse en los problemas que ha perdido o eliminado.
- Actúa de inmediato si llega a una causa obvia que puede resolverse rápidamente, toma medidas de inmediato. Trata de dar una fuerte señal de «presencia para ti mismo».
Carlos Casaleiz
Psicólogo Málaga
Alameda Principal 45 1ºB