GINEBRA (OIT Noticias) – Según estimaciones recientes de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el empleo independiente, las microempresas y las pequeñas empresas tienen un papel infinitamente más importante como proveedores de empleo de lo que se creía.
Los datos recogidos de 99 países indican que, en conjunto, estas “pequeñas unidades económicas”, según su denominación, representan el 70 por ciento del empleo total, por lo que son quienes más empleo generan.
Las conclusiones tienen repercusiones “sumamente importantes” para las políticas y los programas sobre creación de empleo, calidad del empleo, nuevas empresas, productividad de las empresas y formalización del empleo, los que, según indica el informe, tienen que centrarse más en estas pequeñas unidades económicas.
El estudio revela además que un promedio del 62 por ciento del empleo de estos 99 países corresponde al sector informal, donde las condiciones de trabajo en general tienden a ser inferiores, (o sea: falta de seguridad social, salarios más bajos, y deficiencias, tanto en materia de seguridad y salud en el trabajo, como de relaciones laborales). El nivel de informalidad varía mucho, desde más del 90 por ciento en Benín, Cote d’Ivoire y Madagascar, hasta menos del cinco por ciento en Austria, Bélgica, Brunei Darussalam y Suiza.
La información aparece en un nuevo informe de la OIT, Lo pequeño importa: Datos mundiales sobre las contribuciones al empleo de los trabajadores independientes, las microempresas y las pymes .
Una de las conclusiones del informe es que en los países de ingreso alto, el 58 por ciento del empleo total corresponde a las pequeñas unidades económicas, mientras que en los países de ingreso bajo y de ingreso mediano la proporción es considerablemente superior. En los países con los niveles de renta más bajos, el porcentaje de empleo correspondiente a las pequeñas unidades económicas es de casi el 100 por ciento.
Las estimaciones se basan en datos procedentes de encuestas nacionales de hogares y de población activa recogidos en todas las regiones salvo América del Norte, y no en datos de fuentes más convencionales, como las encuestas de empresas, cuyo alcance es más limitado.
Dragan Radic, jefe de la Unidad de Pequeñas y Medianas Empresas (SME) de la OIT señala: “Hasta donde sabemos, esta es la primera vez que se estima, en términos comparativos, la contribución al empleo de las conocidas como pequeñas unidades económicas para un grupo tan grande de países, en particular, países de ingreso bajo y de ingreso mediano”.
El informe señala la conveniencia de que el apoyo a las pequeñas unidades económicas formen parte esencial de las estrategias de desarrollo económico y social. Resalta la importancia de crear un entrono propicio para este tipo de empresas, de que tengan representación efectiva, y de que los modelos de diálogo social también les sirvan.
Otras recomendaciones incluyen: comprender la forma en que el “ecosistema” más general determina la productividad de las empresas, facilitar el acceso a la financiación y los mercados, promover el espíritu empresarial de la mujer, y fomentar la transición a la economía formal y la sostenibilidad medioambiental.
Se considera “microempresas” a aquellas que tienen hasta nueve empleados, y “pequeñas empresas” a las que tienen hasta 49 empleados.