El cambio climático y los efectos del calentamiento global amenazan con diezmar irreversiblemente las poblaciones de los osos polares, advierten los científicos.
Los números de ejemplares de esta especie están en continuo retroceso a medida que su hábitat desaparece, tal como se lee en el informe especial del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU (IPCC). Con el pasar de los años las temperaturas siguen aumentando, lo que provoca el descongelamiento del hielo marino del que los osos dependen para cazar, obligándolos a pasar más tiempo sobre tierra firme y a recorrer largas distancias en busca de alimento, e incluso a aventurarse por necesidad a entrar a asentamientos humanos.
«Ahora que el hielo se ha alejado de la costa, sabemos que los osos no se están alimentando«, dice para The Guardian Steven Amstrup de Polar Bears International. «Cuanto más tiempo desaparezca el hielo marino de la zona productiva, más duro será para los osos», enfatiza.
Según la organización Polar Bears International, la población de osos en la bahía de Hudson, en Canadá, experimentó una disminución del 30 % en el periodo de 1987 a 2017, a consecuencia de la prolongación de las temporadas en las que no hay hielo.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza ha nombrado al oso polar como una especie «vulnerable». Además del cambio climático, enumera otros factores que se sumarían a la perturbación del hábitat de estos mamíferos, tales como la contaminación industrial, la explotación del petróleo y la apertura de rutas de transporte en el Ártico.
Se estima que actualmente hay alrededor de 23.000 osos polares en todo el mundo. Pero sin acción sobre el cambio climático, podríamos ver una disminución dramática en el número de osos polares a mediados de siglo.
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