Para evitar entrar en el círculo vicioso de la ansiedad y la preocupación excesiva por la salud, le recomiendo que se mantenga alejado del «Dr. Google».
De hecho, el «doctor Google» está lleno de trampas: ingrese un síntoma, por ejemplo, dolor de estómago y aprenderá que puede tener cualquier cosa, desde apendicitis hasta cáncer de esófago. Varias investigaciones muestran que las personas experimentan un mayor nivel de ansiedad después de revisar Internet.
Algunos hipocondríacos incluso pasan tantas horas del día en la web, hasta el punto de que ya no pueden llevar a cabo su vida diaria normal.
Le aconsejo que busque un médico con quien construir una relación basada en la confianza: sea abierto y honesto acerca de sus preocupaciones y luchas continuas.
Sin embargo, evite hablar en exceso sobre el problema: ¡comience a pensar que cuanto más lo hable, más aumentará la ansiedad y la preocupación!
Prescriba voluntariamente el control de las señales de su cuerpo: aquellos que viven con el miedo constante de enfermarse, se colocan en una condición constante de escuchar las señales enviadas por su cuerpo (latidos cardíacos, presión arterial, etc.). La Terapia breve, siguiendo lógicas paradójicas, sugiere crear un espacio de tiempo dentro del cual colocar el monitoreo de las señales … (medir la presión tres veces al día); puede tener un efecto» sorprendente «.
¿Cómo ayudar a un hipocondríaco?
Si alguien que le importa está luchando con hipocondría o está demasiado preocupado por la enfermedad, hay muchas cosas que puede hacer para ayudarlo.
1) Anímele a emprender un viaje psicoterapéutico
Es necesario hacer una premisa: el sufrimiento de una persona hipocondríaca no es falso, sus experiencias tienen un impacto negativo en su calidad de vida, en sus emociones, en su bienestar, en sus relaciones y en su funcionamiento en general. Aquellos que son hipocondríacos a menudo tienen que lidiar con la intolerancia y la incomprensión de otros que «liquidan» su malestar con frases como «no te preocupes, estás en perfecto estado de salud», «sé sereno … no lo pienses». Es mucho más útil reconocer el sufrimiento que experimenta la persona hipocondríaca y alentarla a ser apoyada por un psicoterapeuta.
2) Informado
Para ayudar a alguien a enfrentar mejor un problema, es útil comprender la naturaleza del problema en sí y algunas recomendaciones generales para abordarlo. Infórmese sobre este trastorno leyendo artículos, apuntes de clase o libros al respecto; o escuchando vídeos, podcasts o audiolibros.
3) Tranquilizar pero alienta una «conspiración de silencio» en torno al problema.
Si la persona ansiosa le pide que se tranquilice, puede tranquilizarla sobre su ansiedad y su esfuerzo por controlarla. Sin embargo, cuanto más hable sobre el problema de salud específico en el que se está enfocando, más validará y valorará sus preocupaciones.
Recuerde que cualquier alivio brindado por la tranquilidad es de corta duración y la ansiedad volverá pronto, más poderosa.
4) Sé paciente.
Recuerde tratar de ser paciente con la ansiedad y los esfuerzos de su ser querido por controlarla. ¡No eligen sentirse ansiosos voluntariamente!
La psicoterapia breve, mediante el uso de protocolos ad hoc, ayuda al paciente que padece hipocondría a crear sus propios modos de comportamiento, con el objetivo de romper el círculo vicioso que contribuyó a la creación y persistencia del problema.
Psicólogo Carlos Casaleiz