Por: Stella Calloni
El juez federal Claudio Bonadío decidió cerrar la investigación y enviar a juicio oral la causa de “las fotocopias de los cuadernos”, y volvió a pedir el desafuero y prisión preventiva de la expresidenta y actual candidata a vicepresidenta Cristina Fernández, quien es acusada por el letrado de ser la “jefa de una asociación ilícita que se dedicó a la recaudación de ‘fondos ilegales’”.
Como una medida “absolutamente electoralista” tratando de favorecer, con una “participación activa de la justicia”, al presidente Mauricio Macri en su intento de revertir los resultados de las recientes elecciones primarias, que lo dejaron en un lejano segundo lugar; el magistrado sólo tiene como pruebas contra Fernández testimonios a partir de fotocopias de cuadernos de un exchofer del Ministerio de Planificación Federal Inversión Pública y Servicios, que se obtuvieron bajo extorsión y amenazas.
La expresidenta ha solicitado varias veces ir a juicio oral, porque allí las defensas de todos los acusados podrán exponer la ilegalidad que hay detrás de esta causa, una de las tantas utilizadas como forma de persecución política a los opositores.
“El magistrado, alineado con los intereses electorales de Cambiemos, decidió elevar a juicio oral la causa a pesar de las innumerables irregularidades que presenta el caso y las denuncias por presunta extorsión contra el fiscal que impulsó la causa, Carlos Stornelli, por utilizar la figura del arrepentido para manipular la declaración de los empresarios mencionados en esos cuadernos que escribió el chofer Oscar Centeno”, señaló el portal El Destape.
Entre los principales acusados de esta causa, montada sobre fotocopias nunca certificadas de cuadernos que fueron quemados, se encuentran el exministro de Planificación Federal, Julio De Vido, su número dos, Roberto Baratta.
(Tomado de La Jornada)